miércoles, 26 de abril de 2017

Unidos por Extremadura


No es necesario analizar demasiadas cifras de los Presupuestos Generales del Estado para darse cuenta que cada vez que el PP gobierna en Madrid recorta los recursos para Extremadura y la única vez que gobernaron la región, recortaron desde dentro la vida de la gente, a la vez que aumentaron el gasto en la “marca Monago”, la marca de la mentira.

Es cierto también que el destino del país podría haber tomado, circunstancialmente, otro camino, pero el voto de Podemos impidió que el PSOE gobernara a la vez que facilitó que  hubiera nuevas elecciones y que se fortaleciera electoralmente el PP en Junio. Cada uno debe responsabilizarse de sus actos, pero es evidente que la formación morada ha hecho poco y nada por impulsar un gobierno de izquierdas para España.

La cultura del comunismo, se vista del color que se vista, es la obsesión por ocupar espacios en los que, histórica y transversalmente, se ha posicionado el PSOE. Esa visión sectaria y, por tanto destructiva, los ha llevado, primero, a gobernar con el PP en Extremadura y después a tumbar los presupuestos regionales, también junto a la derecha. Es curioso, pero de cara a jugar al desgaste del PSOE, los reaccionarios y la izquierda de salón caminan de la mano, el último ejemplo con los presupuestos en Castilla la Mancha.

En Extremadura ganó la izquierda y desde entonces la derecha acosa y derriba cualquier avance de esta tierra, pensando que cuanto peor le vaya a Extremadura mejor le irá electoralmente al PP, sólo así se entiende que los fondos para políticas públicas de empleo sean la mitad con Rajoy que con Zapatero o que en los presupuestos generales del Estado, el Gobierno del PP destine para Extremadura la menor cantidad de la historia.

Frente a esta realidad debemos unirnos y exigir que el Gobierno de España sea justo con Extremadura y atienda las demandas de la sociedad extremeña de un Plan de Empleo que aminore el paro estructural de la región, unas infraestructuras que conciban de una vez un tren a la altura de Extremadura y destrabar todo lo que tenga que ver con las renovables para que, con la altura de miras que espera la ciudadanía, podamos poner las piedras en las que construir las bases del futuro.

No nos basta con haber bajado el paro en casi 20 mil personas en dos años o en pagar a proveedores en 10 días cuando Monago lo hacía en 118. Queremos más, pero para ello necesitamos la complicidad de las formaciones políticas porque la Junta de Extremadura no es del PSOE, ni los problemas de la gente son sólo del PSOE.

Volvemos a pedir que no se haga del desgaste una constante y que, por el contrario, todos pensemos que Extremadura nos pide a gritos que vayamos unidos a Madrid para conseguir lo que es nuestro.

miércoles, 12 de abril de 2017

Ramón Rubial y la unidad

 Extraordinario el ambiente que respiramos este sábado pasado en Caminomorisco, donde se realizaron las V Jornadas de Historia del Socialismo "Juan Ramón Ferreira", un pretexto para compartir sentimientos, emociones, ideología y valores en torno, esta vez, a la figura de uno de los máximos referentes del socialismo español, Ramón Rubial.

Dar la gracias a Isatxu Fernández y Txema Oleaga, socialistas vascos como Ramón, que nos acompañaron ese día. A Pilar MerchánFederico Suárez, Alejandro Cercas y César Martín Clemente, que pusieron voz a la historia viva del PSOE Cacereño y el recuerdo a Eusebio Cano Pinto, que no pudo asistir y a Ramón Ferreíra que ya no está físicamente entre nosotros, orgullo y satisfacción nos despierta haber tenido y tener compañeros como los citados.

Ramón Rubial representa los valores del PSOE: ética, honestidad, humildad, generosidad, perseverancia, humanismo. Ramón es el paradigma de la libertad misma y de la ausencia de rencor hacia los verdugos que le encarcelaron más de veinte años.

En torno a su figura y su forma de entender la política, se construyeron en el País Vasco grandes consensos que permitieron hacer frente a la violencia del totalitarismo terrorista. Creía, Rubial, que ninguna ideología podía anular al ser humano y que, por tanto, la libertad era el valor supremo por el que luchar desde el socialismo democrático.

Nada es posible construir en el resentimiento, pero todo es posible a partir del diálogo dentro del marco de las pluralidades existentes. No somos nadie para exigir y obligar a las personas a sentir la pertenencia a algo desde maximalismos blancos y negros. El PSOE ha sido siempre un partido en el que las discrepancias convivieron bajo la patria de la libertad, la igualdad y la fraternidad.

Ramón Rubial nos enseñó a anteponer los intereses del país por delante de los del partido y de los propios. Su figura, inmensa, era la antítesis del personalismo ególatra y vacío. Rescatar su nombre del olvido y de la inmediatez es, sin duda alguna, una obligación para, como decía Edu Madina, “reencontrarnos en lo que somos”.

Los y las socialistas debemos seguir dando lo mejor de nosotros mismos para construir espacios abiertos, sin muros ni fronteras, sin banderas excluyentes, porque la unión es nuestra fortaleza y porque no puede haber ni bandos, ni clases de socialistas en nuestro partido.

Desde aquí vuelvo a agradecer a todos y todas las compañeras que nos acompañaron en Caminomorisco, convencidos de que el legado de Ramón Rubial sigue siendo la guía indispensable para seguir siendo el PSOE, ese Partido de Gobierno que siempre ha garantizado la libertad, la igualdad, el progreso, la solidaridad y la convivencia mientras asumía que primero era la ciudadanía, luego el Partido y por último nosotros mismos.