lunes, 19 de junio de 2017

La pinza extremeña

 
A partir de ahora, entre todas y todos, deberemos encontrar el camino que nos vuelva a situar en la vanguardia de la alternativa de gobierno para España, una alternativa que huya del griterío populista y de la complicidad con las voces que no representan el sentir mayoritario de la sociedad española. 

De encontrar el camino correcto depende el futuro del PSOE y, por tanto, de la ciudadanía.
Mientras tanto, aquí en Extremadura, vemos cómo el PP juega al concierto y reelige a un franquista para que siga dirigiendo en Badajoz una opción que debería ser ejemplo de tolerancia y no de cantos al sol ni apologías del totalitarismo franquista. La derecha extremeña, con ejemplos así, continúa mirándose en un espejo del cual reniega cualquier demócrata que se precie.

En la Asamblea de Extremadura, y ante un plan de infraestructuras que incluía, entre otras partidas, más de cien millones para nuevas carreteras, ochenta para mantenimiento y seguridad vial, casi sesenta y cinco millones para saneamiento y depuración, veinte y dos millones para aguas potables, seis millones para cauces urbanos y cinco millones para I+D+i, dos de los adalides de las diferencias ideológicas PP y Podemos- coincidieron en su negativa a todo lo expuesto anteriormente.

Ni siquiera el falaz argumento de los recortes inventados en el relato morado puede argumentar la oposición sin matices a cualquier tipo de mejora para la ciudadanía extremeña, aunque a ellos, incapaces de enmendar presupuestos o de gobernar decentemente en Cañamero –también con el PP-, les resulte “insuficiente”.

La realidad, ese tiempo que se construye con los hechos, es que ambos extremos se unen para desgastar –eso creen- al gobierno socialista de Guillermo Fernández Vara. La vieja opción sigue pidiendo seriedad cuando aún esperamos que Monago haga el famoso striptease financiero una vez pillado, disfraz incluido, en los carnavales tinerfeños, pagados con dinero público.

La pinza, por un lado, reelige a fascistas y por el otro intenta dinamitar que progresemos a pesar de la destrozada economía que nos dejó el gobierno de lo que ellos mismos decían ser “los mejores”.

Monago destrozó Extremadura gobernando con IU. Ahora, PP y Podemos, vuelven a la vieja concepción de la pinza intentando dinamitar inversiones que, a pesar de ellos, el gobierno socialista seguirá llevando adelante.

Coinciden en muchas cuestiones, azules y morados, pero no los une la generosidad por ayudar a Extremadura, sino la mezquindad electoralista de dos opciones que volverán a fracasar cuando nos volvamos a encontrar en las urnas.

lunes, 5 de junio de 2017

Más PSOE que nunca


El objetivo de todo socialista es, sin la menor duda, ganar elecciones para mejorar la vida de la gente. No hay lugar para personalismos, ni verdades absolutas que agrieten la convivencia entre matices diferenciadores. Por el contrario, creo fervientemente en la capacidad de escuchar a la militancia de a pie, la que quita tiempo de su vida personal y laboral para aportar su granito de arena a una causa que amplía derechos y construye igualdad entre personas y, por tanto, entre territorios.

Los que tenemos responsabilidades dentro del Partido, sea cual sea nuestro ámbito, conocemos, al menos en nuestra provincia, a las compañeras y compañeros. Llevamos muchos años eligiendo la calle en lugar de las tribunas sacralizadas que dan un protagonismo que no suma, ni sirve cuando se deja de escuchar a las personas.

Nuestra militancia es el orgullo de este partido y lo fue siempre, sobre todo los años de la clandestinidad y del plomo, con muertos antes y después de la dictadura. Cada uno está en el PSOE donde sus compañeras y compañeros lo han puesto. Una puerta abierta, pero nunca un cheque en blanco y, en esa concepción de la voluntad de la militancia, es en la que debemos sentirnos pequeños en la foto, pero inmensos en la responsabilidad de un partido, el nuestro, al que la ciudadanía necesita y espera.

El PSOE siempre fue un partido de debate, de enfrentamiento dialéctico y de matices en torno a nuestras ideas. Hoy seguramente todo se magnifica porque ha cambiado la forma de comunicar lo que somos y hacemos, tanto en lo individual como en lo colectivo, pero eso también nos acerca más a la ciudadanía.

Somos el partido más democrático y transparente de España, porque votamos y debatimos abiertamente y porque hemos empezado un camino sin retorno hacia la horizontalidad de las decisiones. Modularlas para ser efectivos es uno de los retos, pero avanzar en transparencia y democracia siempre será una buena noticia para la organización en particular y el sistema en general.

Pedro Sánchez es la consecuencia directa de la elección militante y por tanto toda la militancia tiene que ponerse a su lado para acompañaraportar lo que sea necesario y contribuir a ganar las elecciones generales. Lo necesita Extremadura más que nadie y nos dejaremos la vida en conseguir un gobierno socialista en Madrid.

Agradezco a la militancia cacereña su conducta intachable durante el pasado 21 de mayo. No hay un solo militante que no sepa que es tiempo de trabajar unidos y no de individualismos. Es tiempo de unidad entorno a nuestro Secretario General para conseguir la victoria y en ese camino estaremos todos y todas respaldando su trabajo. Es tiempo de unión como cada vez que hemos ganado y en esa unión seremos más PSOE que nunca.