viernes, 26 de julio de 2013

Más fuerza ante la desolación de la muerte



Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter Miguel A Morales

La vida pública tiene la capacidad de ayudar a la gente con ideas, compromiso, trabajo, decisiones, pero el día a día también te somete a presiones, a sinsabores, a querer y no poder y sobre todo al desconsuelo e impotencia que provoca una tragedia como la ocurrida en Galicia.
Desde el lado más humano e intimista, nos resulta imposible estar a la altura, en palabras, de lo que nos provoca la muerte y la  desolación del descarrilamiento del tren en Santiago de Compostela. Qué le digo yo a mi amigo Isidoro, que no volverá a ver a su nieto por viajar en ese tren… cuánta impotencia, cuántos sueños hechos añicos.
Uno no sabe muy bien cómo ofrecer lo poco que tiene para hacer de estas horas, un tiempo de unión y barricada frente al inabarcable dolor de las familias que perdieron a sus seres queridos. Estar con ellos es nuestro deber moral y nuestra necesidad afectiva. No podemos debatirnos en las formas, sino en la innegociable predisposición humana para ponerle el pecho a la tragedia.
Llorar para adentro, como decía el poeta que lloran los hombres, es un matiz más de tanta pena. Pero dentro de lo dantesco, es imprescindible resaltar la solidaridad de la ciudadanía allí mismo y el trabajo denodado, más allá de la obligación, de tantos empleados públicos, nada más ocurrir el descarrilamiento.
Bajar al lugar del drama para rescatar lo rescatable y socorrer lo que quedaba del desastre, fue la actitud frecuente de quienes llegaron al lugar y ofrecieron todo lo que tenían para, simplemente, dar su vida por los demás.
Somos un pueblo solidario, fuerte, difícil de doblegar, capaz de pasar penurias y levantarse, capaz de estar con quien lo necesita, de sentirse hermano ante el dolor. Por ello y a pesar de todo, de cada acto de destrucción, somos capaces de contribuir a otro de construcción.
El dolor no cesa, la pena no descansa, pero saldremos de ésta y de todas las trampas que nos ponga el destino.

viernes, 19 de julio de 2013

Los corruptos son todos iguales


Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter Miguel A Morales

Los casos de corrupción que están de actualidad no deben ser atribuidos a la Política, sino a políticos que amparándose en la complicidad omisiva del partido al que pertenecen buscan beneficios propios o lo que es más grave beneficios aprovechables para su partido y esto es incompatible con la esencia de la Política y debería tener como respuesta inmediata la reprobación de los propios compañeros, antes que el justo reproche social y el castigo judicial.

Vivimos tiempos de Bárcenas y de EREs, pero sobre todo de sufrimiento humano, de tragedias con nombre y apellido, de paro, de recortes, de dolor y desapego hacia la política,  por eso ahora, más que nunca, reivindico la necesidad de la acción política y la gestión de lo público para hacer frente a los males que aquejan a la ciudadanía.

No hablo desde esta tribuna para convertirla en un púlpito desde donde señalar con el dedo acusador, pero sí hablo como socialista empecinado y decidido a erradicar de cuajo cualquier atisbo de corrupción.

La crisis debe traer como enseñanza la ética, la coherencia, la claridad, para que no nos digan que en nombre de los recortes hemos de pagar la fiesta de la banca; la crisis debe servirnos, para sanear un sistema, el mejor posible, que debe trascender hacia la transparencia si quiere tener correlación con la sociedad, único y verdadero fin de la política.

Así pues, los partidos en general y el PSOE en particular, porque es el mío y el que considero imprescindible para la reconstrucción del Estado Social, deben contribuir a la honestidad, a la ética, a la transparencia, con leyes sólidas y unívocas, donde la financiación y las cuentas sean claras y no quede lugar para el pago o cobro de favores y prebendas.

Por tanto, los socialistas no podemos permitirnos el juego del “tú más” porque la gente está harta, las encuestas lo subrayan y porque no se lo merecen los españoles. Quién, dónde y por qué son las preguntas que todos debemos ayudar a responder, expulsando a la lacra que se ha valido de lo público para llevarnos al abismo en el que estamos.

Socialistas, populares, nacionalistas, plurales o singulares, todos y cada uno de los que estamos en política y concebimos nuestra labor desde el servicio público, hemos de dar un puñetazo en la mesa y denunciar a los corruptos porque son todos iguales, deben pagar y devolver entre barrotes todo lo que le han quitado a la ciudadanía.

viernes, 12 de julio de 2013

Un verano más, una Extremadura peor


Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter Miguel A Morales 

Es complicado exponer y describir, en este breve espacio, la absoluta carencia de actividad política a la que asistimos, por parte del Gobierno de Monago y de la Diputación de Cáceres, para resolver los problemas reales de la ciudadanía extremeña, que tiene su reflejo en el incremento del paro y en el aumento de las  desigualdades entre extremeños este último año.

Pero es fácil comprobar como, en el mismo periodo, se han dedicado más esfuerzos y presupuestos a articular campañas mediáticas, a contarnos una película con un héroe de pacotilla, a vendernos la ficción de una realidad que vivimos, en definitiva a aparentar lo que no es. La esquizofrenia política de un PP salpicado por Bárcenas que también en Extremadura tendrá sus consecuencias, tiempo al tiempo, hace que tengan necesidad de aparentar y vender todo aquello que quisieran, pero que no pueden.

Extremadura y Cáceres viven un crecimiento del desempleo que apenas se ha paliado con el verano y las campañas agrícolas. Empleo real, sólido y perdurable no se ha construido y, por el contrario, hemos llegado a 180 mil parados en la región y casi 60 mil en la provincia, que no son cifras, son personas. Con la sinrazón de no apostar por la inversión pública y sin planes de empleo, han logrado, es su indeseable mérito, destrozar a la mayoría de las Pymes y exiliar a los jóvenes en busca de nuevos horizontes, exactamente igual que en época de Franco.

La Diputación Provincial de Cáceres ha concebido el sistema de repartición económica más desigual de la historia de la democracia. Los municipios gobernados por el PP en la provincia no llegan al cincuenta por ciento, sin embargo Laureano León, de cada cinco euros de las partidas de presidencia, reparte cuatro a los gobernados por el PP y uno al resto –PSOE e independientes-. A su vez, las ayudas se han distribuido en un 20 por ciento para los ayuntamientos socialistas y el 80 por ciento para los del PP. Una vergüenza y una inmoralidad más de la derecha provincial, que gobierna para sus votantes y no para toda la ciudadanía.

La Sanidad Pública y la Educación, por primera vez, aparecen entre las preocupaciones más notables de los extremeños, no es de extrañar, las listas de espera son kilométricas, el copago farmacéutico asfixia y las no ayudas educativas nos retrotraen a, una vez más, épocas de dictadura. También, por primera vez en dos décadas, el índice de población ha decaído y aquí no hay más milongas, la gente se va porque aquí no hay trabajo, no hay futuro, no hay protección social.

Así pues, el balance obedece al desastre que la no acción ha provocado y a cómo han estado desmantelando el Estado Social, más importante en Extremadura que en ningún otra Comunidad Autónoma. Un verano más, una Extremadura peor.

viernes, 5 de julio de 2013

Hacer PSOE es hacer Extremadura: jornada en Las Hurdes


Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter Miguel A Morales
Como partido político con vocación transformadora e incluyente, nos preguntamos a menudo cómo conseguir que nuestro mensaje y trabajo diario cale en la ciudadanía, sabedores que no tenemos a nuestro alcance la maquinaria económica y la contabilidad del PP, tan asiduos a los titulares y a justificar su nulo trabajo con operaciones publicitarias y de marketing que suponen un importante dispendio a las arcas públicas y que tan bien dirige el octavo consejero.
Pues bien, no hay mal que por bien no venga, porque la falta de recursos económicos ha contribuido a estrechar el contacto con la gente, a sentir el problema en carne propia, con nombres, apellidos y rostros. Nosotros, haciendo socialismo en la calle, sentimos las consecuencias de los recortes, la falta de protección social, la exclusión y el drama, persona a persona.
La semana pasada vivimos junto a Guillermo Fernández Vara una jornada en Las Hurdes, comarca donde la transformación y el progreso social que implicaron los gobiernos socialistas de la Junta de Extremadura y de la Diputación de Cáceres son  realidades objetivas y donde hoy los problemas que acucian a sus gentes están carentes de respuestas por parte de Monago y León, más preocupados por el poder y la presencia mediáticapagada, que por la realidad que vive la ciudadanía.
En Hurdes nos encontramos, una vez más, con el afecto  de los mayores, con el abrazo de los vecinos y con la honda preocupación que los invade cada día más. Mientras caminábamos por las calles sentíamos el calor y el compromiso en cada abrazo, en cada saludo y en cada pregunta que nos llegaba.
Ir a los pueblos, estar con la militancia y contribuir a que el partido sea realmente de todos y de todas, es el compromiso y la labor que la Ejecutiva Provincial que encabezo lleva adelante desde abril de 2012. Y es reconfortante no necesitar pagar el precio de un titular o el espacio televisivo para contar la verdadera realidad de nuestros días y no la ficción tal y como hace Monago y su corte, dirigidos por el octavo consejero (con minúsculas).
Nosotros miramos de frente a los 180 mil parados, miramos de frente a los excluidos del sistema educativo, a los que no pueden pagar matrículas, a los que por comer dejaron sus medicamentos, ahora de pago. No necesitamos -tampoco podríamos- pagar a los medios para difundir nuestro compromiso con la solución de los problemas, porque la gente, en Extremadura, nos cree y nos quiere.
Así pues, como reflexión semanal me gustaría compartir que el PSOE está vivo porque vive en la calle, que el PSOE está vivo porque vamos todos y todas hacia la misma dirección y que, con Guillermo al frente del proyecto, volveremos a estar allí, donde la población nos necesita, arreglando sus problemas, sin excluir a nadie y comprometidos en poner en el centro de la política a la ciudadanía y no a la economía dirigida por mercados, banqueros y especuladores.