viernes, 2 de agosto de 2013

Llegó la hora de trabajar por Plasencia


Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter Miguel A Morales
El pasado día 30 se constituyó nuevamente la agrupación local de Plasencia y más allá de valoraciones subjetivas interesadas o no, empieza una nueva época para los socialistas placentinos, cargada de ilusión, fuerza y convicción de ser útiles para sus  conciudadanos, que al fin y al cabo es la razón de la política.
No hay tiempo que perder, es el inicio de un nuevo tiempo para el PSOE placentino,  que  debe encausarse dentro de las obligaciones de un movimiento social de izquierdas, laico, con marcada vocación republicana y, sobre todas las cosas, con una inquebrantable vocación de servicio a la ciudadanía placentina que está sufriendo el desgobierno del PP y conociendo cifras de desempleo como nunca en la historia de la ciudad de Plasencia.
El PSOE debe desterrar la lucha intestina entre grupos, que buscan imponer sus condiciones e intereses, frente  a una mayoría, la más de las veces silenciosa. Y cuando hablo de mayoría me refiero, no sólo a la de la militancia, sino también a la de la ciudadanía y sus problemas, el paro, el exilio forzado por la crisis y la ausencia de soluciones que se desprenden de la impericia del PP y los encontronazos de intereses particulares entre Pizarro y el presidente de Diputación.
No podemos pretender que el trabajo realizado sea alabado por todos, ni tampoco que la nueva ejecutiva local sea del gusto de toda la militancia, pero nadie puede sostener de manera objetiva, que no se haya intentado contar con todos y todas. No ha sido posible y no es momento de culpar a nadie, lo dije allí y lo repito ahora, podrá haber diferencias, pero dentro de la unidad del Partido, porque a  partir de ahora sólo nos debe ocupar y preocupar la gente de Plasencia.
Estoy al frente de la Ejecutiva Provincial y por ello asumo, en primera persona, los errores cometidos, pero con la satisfacción de compartir el trabajo con compañeros y compañeras que recorriendo cada metro de la provincia escuchamos lo mismo: “gracias por venir y por escuchar, hay que prepararse para cambiar”.
En Plasencia toca trabajar por los barrios, llevar nuestro mensaje desde el espíritu transformador, obviando rencillas de otros, salvando las distancias entre quienes dicen no conectar con el partido. Debemos trabajar sin entrar a valorar la mezquindad individual y, por el contrario, dar a los vecinos un ejemplo de generosidad colectiva desde el esfuerzo, la honradez y el optimismo.
Mi agradecimiento a David y este grupo de compañeros y compañeras que han decidido hacer de Plasencia su trabajo diario y preferente por encima de sus propios intereses. Hemos iniciado el camino del cambio en Plasencia.

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