jueves, 24 de abril de 2014

Yo también me sublevo a la política de recortes

Vamos a hablar sobre la política de recortes que en Francia intenta imponer el primer ministro Valls. Miguel Ángel Morales y los recortes en Francia -PSOE provincia de Cáceres-
José Luis Zapatero inició una política de recortes selectiva de unos 15 mil millones de euros, pero no tocó un céntimo en Sanidad ni en Educación públicas. Es cierto que el error y la contradicción no reside en haberlo hecho cuando la caída de ingresos a las arcas públicas trazaban el camino de las reformas, sino en cambiar la Constitución para imponer los números a la gente, el déficit a las personas, decisiones que en manos de la derecha, han abierto un camino regresivo sin comparación alguna. Ése, en mi opinión, fue nuestro gran error.
Rajoy lleva recortados más de 100 mil millones a los ciudadanos, casi nada a la Casa Real y nada a la Iglesia. La fiesta de ellos la pagan los que menos tienen y tenemos parte de culpa, pero ignorar las diferencias entre ellos y nosotros o es mala voluntad o simple ignorancia. Subir el IVA, el impuesto más injusto de todos porque recae sobre la totalidad de la población sin tener en cuenta la renta, a la vez que ofrecer una amnistía fiscal a delincuentes responsables de esta crisis, amigos muchos del PP, muestra la realidad del abismo entre socialistas y derecha, realidad que es incontestable si apelamos al análisis y no al populismo carroñero de quienes aspiran a subir un par de puntos en la carrera electoral.
François Hollande y Manuel Valls intentan lanzar un recorte que es la mitad de lo que llevamos con Rajoy, pero a todas luces bestial. Los 50 mil millones planteados por el gobierno francés golpean en las convicciones de quienes creemos que la austeridad es necesaria, pero nunca a costa de las políticas sociales que son, ni más ni menos, que la única garantía de cohesión social y también territorial.
Después de años de recortes salvajes y de políticas de ajustes, que están sufriendo sobre todo las capas sociales más dañadas por la crisis, podemos decir que esas políticas estaban y están equivocadas y un solo paso más hacia esa dirección, lo haga quien lo haga, es injusto y erróneo.
Los recortes generan más desigualdades e injusticias. La política, vista desde la izquierda, ha de ser una herramienta transformadora que implique la profundización y consolidación de una sociedad de iguales. Cada medida que el socialismo tome en contra de sus valores de inclusión y solidaridad, deja huérfana a la gente porque un pueblo sin esperanza se paraliza y el progreso pasa a ser una quimera.
Por tanto, desde mi humilde posición, me sublevo ante los recortes planteados en Francia, porque ahondan en el sufrimiento social y vacían de contenidos un proyecto de crecimiento en igualdad. Mientras la banca destroce a la gente, mientras el poder corrupto se alíe con la política conservadora y mientras todo ello caiga sobre el sufrimiento de las familias, nos rebelaremos porque nos debemos a la ciudadanía. El día que eso cambie, estaremos sobrando.

miércoles, 16 de abril de 2014

Nuestra cita con el cambio tiene fecha: 25M

Reflexión del Secretario provincial de PSOE de Cáceres, Miguel Ángel Morales, sobre la importancia de las Elecciones Europeas del próximo 25 de mayo. Miguel Ángel Morales con la gente -PSOE provincia de Cáceres-
Cada vez que comparto reflexiones con los compañeros y compañeras del partido no lo hago como Secretario General, sino como un exponente más de la suma de voluntades que necesitamos los socialistas para liderar el cambio que se avecina.
Me gusta mirar de frente a mis iguales y ver en sus ojos el brillo de la esperanza y de la voluntad inquebrantable para una vez más dar batalla en las urnas.  En este sentido, es imprescindible ser y parecer, decir y hacer, en resumen, estar a la altura de la inmensidad y la grandeza del PSOE.
El 25 de Mayo la ciudadanía expresará que está harta de mentiras, que se desespera ante la vacuidad de los anuncios clientelistas de Rajoy y que la realidad virtual no consigue adormecer el verdadero drama de la gente. En Europa no sólo empieza otro tiempo, sino que daremos los primeros pasos hacia los cambios necesarios que la ciudadanía demanda.
Por fin, y ahora más que nunca, con el machista de Arias Cañete enarbolando las banderas de la intolerancia de la derecha que, entre pelotazos y recortes, ha oscurecido la esencia de la construcción de Europa, la confrontación se dará en el terreno de la ideología y de los valores.
A la derecha se le ha caído la máscara. Sus leyes y reacciones, más a la altura de países totalitarios que de una civilización moderna, han puesto en guardia a una sociedad que espera al PSOE, que nos necesita, que pide a gritos que estemos a la altura. Y vamos a estar a la altura.
Necesitamos valentía para cambiar Europa e iniciar la renovación a partir de la victoria electoral, que no tendrá otro significado que la negativa social a la doble moral de un partido con 50 cajas negras desde donde nos mentían y engañaban a partir de un fraude más. ¡Sí!  el PP extremeño de Monago también lo hacía.
Votar contra de la derecha es dar un puñetazo en la mesa a favor de la libertad. Hoy, y por eso decía que la batalla también se da en los valores, peleamos por un futuro sin rejas en las decisiones individuales de las personas. Ellos, tan liberales en la parcela de los negociados y las privatizaciones, se han olvidado de la principal esencia del liberalismo: opciones para decidir.
No tengo nada que pedirle a nadie, sino que siento la obligación junto a mi partido, de dar soluciones a la población. Estamos para dar, ofrecer, soñar un futuro donde quepamos todos. Somos el PSOE, no un club de amigos.
Hombro con hombro, con la mirada puesta en mayo y mucho más allá, nos imaginamos un país distinto, que trascienda estos tiempos de mediocridad y lindezas, para dar paso a otro sin dobles discursos, con la verdad por delante y con una verdad que siempre, y digo siempre, ponga a las personas por encima de los mercados. Todo lo contrario de lo que pasa ahora. Por eso vamos a cambiar y nuestra cita con el cambio tiene fecha: 25M.

viernes, 11 de abril de 2014

La política premeditada de Monago para desmantelar la Sanidad Pública

Punto de vista sobre el desprestigio premeditado y orquestado de la Sanidad Pública extremeña. OLYMPUS DIGITAL CAMERA
La sanidad universal y de calidad para todos los españoles y españolas fue, junto a la educación pública, el primer cimiento de la sociedad de iguales que construimos los socialistas cada vez que nos tocó la responsabilidad de gobernar el país.
Nada nos hace más justos ante el futuro que tener la misma seguridad en el presente. Cada familia aspira a estar protegida en materias tan esenciales como la sanidad y la educación. Si no apostamos por esos pilares sucederá lo que ya está pasando hoy: la desigualdad crece y cada vez hay más pobres que hacen más ricos a los ricos. Retrocedemos a una España del siglo pasado; allí nos está llevando la dictadura de los mercados y su brazo ejecutor, el PP de Monago y Rajoy.
Si uno creyera en la honestidad del que piensa diferente, la derecha gobernante, esperaría de ellos un discurso contrario, pero honesto. Nos dirían que creen en una sanidad privada, en la reducción del Estado y en la competitividad del individuo para que, según ellos, ganen los mejores. Pero no es así, los hijos de la buena estirpe hacen de la opacidad y el negocio su estrategia y su dogma. Comenzó con una campaña contra los trabajadores públicos y continúa con el desmantelamiento sostenido de la sanidad, la educación, la dependencia, la cultura...
En la provincia de Cáceres estamos asistiendo día a día a la corrosión de nuestros hospitales públicos, con una política premeditada que persigue el desahucio y el desprestigio de la sanidad pública, con el propósito de justificar el negocio privado en el ámbito de la salud.
El personal sanitario, héroes auténticos y silenciosos de la cotidianidad de los hospitales públicos de nuestra provincia, no puede más. Cada vez son menos, con menos medios, con máquinas rotas y sin capacidad de reacción ante la demanda ciudadana. Ellos mismos piden a gritos que denunciemos la calumnia política a la que están sometidos por obra y gracia de Monago.
El PP quiere hacer negocio a costa de la salud de los cacereños. Aumentan las listas de espera, desabastecen los hospitales y derivan al ámbito privado consultas e  intervenciones, porque en los centros públicos ya no dan abasto con tanto recorte de personal y de material. Con ello, el PP intenta convencer a la población que la sanidad pública es ineficaz e insostenible y que pagando todo tiene solución. Los socialistas no nos oponemos a la sanidad privada, pero nuestra preocupación y trabajo es garantizar que la totalidad de la ciudadanía tenga acceso a una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad, que garantice la igualdad entre quien tiene recursos y quien no los tiene.
Así pues, devolver la Sanidad Extremeña al lugar que ocupaba con Ibarra y Fernández Vara, es una obligación moral y real para los socialistas, porque si no  garantizamos una protección sanitaria universal y de calidad, nuestra democracia no habrá servido para nada.
La medicina de las igualas la quitamos hace décadas, no permitiremos que, con otro disfraz, la devuelva Monago.

viernes, 4 de abril de 2014

El hambre es violencia, manifestarnos un deber

El PSOE tiene el deber de contribuir al cambio necesario que la sociedad reclama. La esperanza vence al miedo -PSOE provincia de Cáceres-
España es el segundo país con más pobreza infantil de la UE, más de tres millones de españoles viven con 300 euros al mes; realidades que marcan como un estigma de la vergüenza. De golpe hemos vuelto al país que habíamos cambiado y creíamos enterrado entre las hojas más lamentables de nuestra historia, las de la dictadura.
Nuestro drama hoy, vuelve a ser el que habíamos erradicado con la transformación estructural de una España que agonizaba entre las desigualdades  impuestas por una derecha, otrora de uniforme, hoy con corbata. Disfraz distinto, consecuencias sociales demasiado idénticas para ser casualidad. Fue ideología, es ideología.
El PP afirma que manifestarse es violencia, que si reclamas contra los desahucios eres un nazi, un etarra y mil insultos más que llevan el sello oficial y la ignominia de los que excluyen premeditadamente. Es el nivel democrático de los que nos gobiernan. Una vergüenza.
En Extremadura, el desempleo y las mentiras de Monago redundan en el sufrimiento de la gente. La Renta Básica aplazada, inversiones tardías, escasas y comercios cerrados, convergen en un mismo punto: la imperiosa necesidad de cambio.
Por ello los socialistas hemos participado, con mucha más gente, este jueves, en las manifestaciones de Cáceres, Plasencia, Mérida, Badajoz y Don Benito. Porque creemos imprescindible plantarnos ante el silencio impuesto y premeditado, ante las políticas que acentúan las diferencias y que aniquilan los derechos de la ciudadanía.
Ellos eligen los medios y el miedo, las fotos hipócritas en El Torno –saben, Sus Señorías a lo que me refiero-, las falsedades en titulares que describen una Extremadura imaginaria y no la que vivimos día a día. Nosotros hemos elegido la calle, los pueblos, la cercanía y escuchar a quienes más lo necesitan.
No nos podemos permitir perder el futuro y el cambio se antoja una cuestión vital para el progreso de la provincia de Cáceres, de Extremadura y de España. Hay un proyecto detrás de nuestro esfuerzo y ese proyecto va hacia la transformación absoluta de las estructuras que han ninguneado a la ciudadanía.
Sabemos cuáles han sido nuestros errores para no volver a cometerlos, pero por encima de todo, vamos a por las soluciones que detengan la sangría del exilio y generen el empleo que la sociedad demanda. La reconstrucción de la dignidad sólo tiene un camino trazado por el eje izquierda, ciudadanía y cambio. Sabemos cómo hacerlo y lo haremos.