martes, 27 de enero de 2015

Conjugamos el verbo proponer

Ambiente de propuestas y debate positivo en el último Comité Provincial del PSOE cacereño. Miguel Ángel Morales y el futuro
 El socialismo de la provincia de Cáceres vivió una jornada intensa el pasado sábado en Casar de Cáceres. El Comité Provincial sirvió para sumar propuestas y matices a la Agenda del Cambio de Guillermo Fernández Vara y el debate se correspondió a lo que ha sido siempre el espíritu del PSOE: proponer para transformar la realidad.
En este sentido, todos y cada uno de los compañeros y compañeras apostaron por enriquecer los contenidos que alimentarán las prioridades con las que salimos ilusionados de cara a mayo próximo. La idea es clara, el objetivo fijo. Ganar para ofrecer soluciones concretas a problemas concretos.
Decía algún compañero, y decía con razón, que no es momento de prometer la luna, sino de “sentarnos junto a los ciudadanos y mirar juntos el cielo”. Este afán de cercanía, de complicidad con la gente, de gestionar para que cada persona se vea reflejada en las acciones, es la esencia del recorrido de nuestras medidas.
Porque no haremos de la megalomanía un escenario, ni aspiramos a construir castillos en el aire, sino que, por el contrario, vamos a ir directamente a por los problemas para solucionar cada drama, cada carencia, cada exclusión y cada injusticia que ha articulado el PP durante estos cuatro años.
No sabemos qué harán otras fuerzas políticas, lo que sí sé es que el PSOE no hará estrategia política a costa de la gente, que el socialismo no utilizará el sufrimiento humano para conseguir espacios de poder y que el único y verdadero fin de nuestro trabajo es hacer de la ciudadanía el centro de las decisiones, construir con la gente y para la gente un amplio espacio que se llama futuro.
La prioridades son el empleo en igualdad, detener el exilio juvenil que nos vacía de contenido el mañana, restablecer los servicios de urgencias para que nadie se sienta desamparado porque no haya personal sanitario, recuperar los derechos y servicios pisoteados por la derecha, no concebir una sociedad en la que un niño deje de estudiar por no poder pagarse sus libros o su transporte, devolver a nuestros mayores lo que les han quitado, volver a hacer de la dependencia nuestra bandera ante la desmemoria y deshumanización a la que nos ha llevado el PP...
Y mientras otros compran datos para seguir mintiéndole a la gente, nosotros seguimos construyendo alternativas sin rencores, sin odios, sin vejaciones. Nosotros nos movemos en torno al verbo proponer para hacer de la acción una conducta, para decir y hacer sin dilaciones, para que nadie se quede en la cuneta, para que todos y todas nos sintamos cómplices de un progreso donde la igualdad sea un hecho. No tengo duda que lo conseguiremos.

lunes, 19 de enero de 2015

En la Igualdad todo acuerdo debe ser posible


Miguel Ángel Morales defendiendo la Sanidad Pública en Cáceres
La política y el mundo están cambiando a pasos agigantados y mientras se asesina en nombre de la religión o se prohíbe en nombre de valores anacrónicos, la ciudadanía siente cómo y de qué manera se van mermando sus derechos ante la ley, los servicios y la vida cotidiana al fin.
Los nubarrones negros que se han posado sobre nuestras cabezas durante estos cuatro años de gobierno del PP, acabaron por retrotraernos a debates que parecían de otro siglo, aquel en el que nos sumió el franquismo y su falso sentido de la moral a la vez que nos metía la mano en los bolsillos a cada uno de los habitantes de este país.
En los próximos meses nos chocaremos ante la paradójica disyuntiva de volver al pasado para recuperar todo aquello que la derecha nos ha quitado y de dar un paso hacia el futuro para modernizar una administración caduca en muchos sentidos y que necesita un vuelco hacia la transparencia total para que los valores de la democracia habiten con orgullo en cada uno de nuestros hogares.
El odio se combate con libertad, el malestar social con más igualdad y la opacidad con luz sobre los hechos y la vida política en cada uno de nuestros días de gestión o velando, desde la oposición, por los espacios que construimos durante las pasadas tres décadas.
La discusión, por tanto, no debe ser con quién y cómo se gobernará un mapa político atomizado, sino qué partidos y quiénes estamos dispuestos a tomar decisiones que primero recuperen todo lo perdido y segundo que ahonden en el campo de la igualdad y del crecimiento equitativo.
No es una cuestión de cargos sino de qué decisiones tomar para que la ciudadanía sea la única y verdadera protagonista del bienestar que podamos construir en un espacio público modernizado, sí, pero resaltando la igualdad como piedra filosofal de todo acuerdo posible.
El socialismo está preparado para gobernar en solitario porque su capacidad transformadora es equivalente a la revolución pacífica que iluminó España en los gobiernos del PSOE. El socialismo está preparado para gobernar, también, en compañía de todas las fuerzas progresistas capaces de distinguir entre estrategia política y sociedad igualitaria como objetivo real.
Debemos agradecer que los españoles decidan seguir buscando en la izquierda las soluciones para sus conflictos. Allí, en ese abanico ideológico, nos debemos encontrar todas y cada una de las fuerzas que encarnamos, con matices, el valor supremo de toda búsqueda política humanista: la igualdad. Y en la igualdad, generosos y con la vista puesta en el futuro, nos debemos encontrar. Todo lo demás sería un juego de tronos indigno para el momento en el que vivimos. Yo no estoy dispuesto a jugar con la gente. El socialismo cacereño y extremeño tampoco.

lunes, 12 de enero de 2015

Lo mejor está llegando


Miguel Ángel Morales
No hace falta incidir en la vergüenza ajena que nos salpicó a cada extremeño y extremeña vivir en carne propia los escándalos de Monago y su falso enamoramiento consigo mismo. Tampoco es necesario recordar que en la provincia de Cáceres, diga lo que diga la derecha en un relato vacío de realidad y coherencia, los datos del paro redundan en desesperanza.
Por el contrario, es imprescindible asumir la responsabilidad del año en el que los cambios serán reales y repercutirán inmediatamente en la cotidianidad de la gente. Se acabaron la rimbombancia y los estertores de mensajes vacíos. Es hora de gestionar para la ciudadanía y de poner fecha a nuestro compromiso para liderar un viraje decidido hacia la izquierda y además, reconstruir lo destruido con el empleo como efectiva política de igualdad e inclusión.
Desde esta provincia acompañaremos a Guillermo, La agenda del Cambio y su decidida apuesta por el municipalismo. Hemos sido ejemplares para construir región, provincia y pueblo con un modelo rural paradigmático en el que nunca dejamos desprotegidos a nadie y, por el contrario, conseguimos arraigo y progreso allí donde había olvido.
Debemos, por tanto, volver a incidir en el desarrollo equitativo de la provincia de Cáceres, hoy olvidada por una Diputación provincial insensible al drama de los cacereños. Una Diputación del PP que pide el carné de su partido antes de favorecer una inversión, atender a un municipio o de licitar una obra.
Una Diputación que no ejecuta sus presupuestos, ni elabora planes de empleo, ni invierte en infraestructura. Han decidido, al mejor estilo del populismo verdadero, apuntar sus cañones a la promoción propagandística de hechos que no existen, de inversiones que no se ejecutan y de empleo que no generan.
Este año que comienza es el año del cambio. Es el año en el que volveremos a retomar el camino del progreso sin nadie en la cuneta, porque la esencia de la gestión socialista es el progreso que incluye y no índices de mercado que tratan a la gente como un número sin replantearse la equidad en la distribución.
Es éste el principio de un tiempo que ha de seguir el transcurso que planteemos entre todas las voluntades progresistas de Extremadura y la Provincia de Cáceres. Lo he repetido hasta el hartazgo y lo vuelvo a repetir: no tenemos adversarios a la izquierda. En eso estamos, en comprometernos en lo que nos une, no en lo que divide. El año del cambio ya está aquí. Lo mejor está llegando.