lunes, 16 de febrero de 2015

La memoria y un futuro sin pactos con la derecha

Hablamos sobre el motor que moviliza al socialismo y lo que deben poner en valor los militantes del PSOE. Miguel Ángel Morales y los pactos con la derecha
“Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan / decir que somos quien somos.”
Gabriel Celaya
En cierto modo nos hemos dedicado a pensar en nosotros mismos en vez de recuperar de la historia, de nuestros muertos, de las cunetas y el exilio, aquellos valores de convivencia y progreso que hicieron del socialismo una fuente inagotable de rebeliones ante la desigualdad. Recordad: a nosotros nos mataron compañeros, pero nunca pedimos la sangre de los verdugos. Esa fue y ha de ser nuestra grandeza.
Últimamente hemos asumido el discurso de otros como si fueran la genealogía misma de la verdad absoluta. Pues mirad, quizás debemos responder en cada uno de los rincones en los que el debate aparece, que nosotros somos los primeros que luchamos contra todas las formas de lacra, acomodo, conformismo y mediocridad. Y cuando digo nosotros, hablo como militante de base que es lo que seré siempre.
Decía un compañero que el socialismo no está en crisis; los que están en crisis son los que lo traicionan”. No deja de ser verdad cuando algunas decisiones tomadas han alejado al Partido de la gente y cuando esa relación que se corroe acaba por romperse. Aún estamos a tiempo de recuperar nuestro compromiso con la ciudadanía y, con dignidad, ser capaces de entender que ni somos un club de amigos, ni somos una agencia de empleo. Somos un Partido que nació para transformar la realidad y construir espacios equitativos desde la paz, la tolerancia y la convivencia.
Humildemente, creo que construir Estado no es renunciar a lo que uno cree, sino aspirar a recuperar un espacio, tener voluntad de mayoría social y edificar una estructura progresista que represente a la inmensa mayoría sin dejar de garantizar el derecho de las minorías, como hemos hecho siempre.
Y en este sentido, no lo veo, no lo siento y no creo que haya formas de llegar a acuerdos con la derecha de este país. No podemos sentarnos a plasmar el futuro de generaciones hasta que no renuncien definitivamente a coartar la libertad de las mujeres. Me resulta vomitivo acordar con quienes han hecho de la Gürtel una forma de saqueo permanente, porque la corrupción es cerrar Urgencias, echar a un médico, obligar al exilio a millones de jóvenes formados, cerrar escuelas rurales...
Es inasumible construir un país incluyente con quienes, precisamente, hacen de la exclusión un culto. Porque cuando nos hablan de liberalismo, nos están diciendo que el estado no debe regular las relaciones económicas y laborales para, de esa forma, hacer de la ley del más fuerte, el dogma de fe imperante.
¡Cómo hablar de educación con quienes dejan en la cuneta a los estudiantes sin recursos! Nada me puede aportar un gobierno que ha retirado transportes escolares y recortado becas para volver fomentar una Extremadura de las diferencias sociales.
No, no debemos doblegarnos ante quienes quieren que seamos una sombra y un recuerdo. Nuestro objetivo es volver a reconstruir un espacio social, creando riqueza para distribuir y distribuir para cohesionar, para convivir respetando las diferencias, pero posibilitando el consenso necesario para que cada uno de nosotros, haga de la inclusión y la igualdad nuestra verdadera arma cargada de futuro.

lunes, 9 de febrero de 2015

¿Por qué soy socialista?

Alguna de las razones por las cuales el socialismo sigue siendo imprescindible para construir una sociedad incluyente. Miguel Ángel Morales

No es una cuestión de antigüedades, sino de reconocer a nuestros pioneros en la construcción real de unos ideales al que nos hemos acercado bastante, aunque algunos quieran hacernos creer que no y digan que hemos traicionado y pisoteado nuestro compromiso con la gente y su futuro. Quizás alguien, en algún momento lo hizo. Aquí, en Extremadura, jamás.
Mirad, no importa si se es o no se es militante, no interesa cuánto tiempo llevas en el Partido. Lo realmente trascendente es que somos una ideología, una ética aplicable a la política para conseguir la igualdad, un sentimiento de indignación contra las injusticias y un sostén intelectual preparado para promover las reformas necesarias que abran las puertas de un nuevo futuro.
Sabéis, hubo un tiempo en el que fuimos capaces de construir, paso a paso, lo que este país fue incapaz de hacer en 500 años. Fuimos capaces de dar un vuelco a la tristeza, a atrasos crónicos de España y lograr que mi generación, la de mis padres y la de mis hijos, convivieran en paz porque marcamos la igualdad como meta.
No cambiamos la injusticia histórica por casualidad, ni coaccionamos a la gente en nombre de la patria, sino que hicimos una revolución sin derramar una gota de sangre, incluyendo en la Universidad a 3 millones de estudiantes cuando solo había 300 mil en el postfranquismo, universalizando la sanidad y la educación pública de calidad y lo hicimos, en Extremadura, gracias a la labor de gente como Juan Carlos Rodríguez Ibarra que se encontró con un primer presupuesto de 200 millones de pesetas ante una Extremadura sin alcantarillassin luz eléctrica en el mundo rural, sin apego a nuestro entorno, con una sangrante "costumbre" de emigrar, sin servicios sociales, sin centros de salud, sin infraestructuras y fuimos capaces de liderar el cambio y de cambiar la historia. Hoy, él sigue siendo un referente imprescindible del socialismo y de la modernidad porque lo nuevo está en las ideas.
Soy socialista, también, porque hicimos de la igualdad entre hombres y mujeres un objetivo incuestionable, que tiene una imagen para la historia de la lucha y la consecución de igualdad real, una ministra pasando revista, embarazada, frente a nuestros soldados. Por eso, cuando alguien insulta al PSOE, cuando tergiversan la historia tomando la parte por el todo, cada uno de los militantes, cada uno de los que tengamos en el estómago esa indignación contra la injusticia, debemos decir alto y claro que también venimos luchando por un partido mejor, donde el mérito excluya definitivamente al clientelismo ocasional.
Ser socialista es defender la idea de convivencia y de respetar la voluntad individual, garantizar su realización en un país de países. Ser capaces de convivir los que somos republicanos con los que no, los que no creemos en Dios con los que sí, los que sostenemos una u otra posición en la vida, es la esencia misma de lo que ahora llaman transversalidad política. Es solo convivir.
Ser lo que quieras ser y no excluir a nadie por no ser lo que tú eres, y en paz –nunca os olvidéis de eso y de que acabamos con ETA-, es la verdadera y auténtica esencia del socialismo español, único partido político que fue capaz de cambiar Medioevo por Modernidad, incluyendo, pacificando, revolucionando las relaciones humanas para que hoy, tú, tú y tú, salgáis a la calle y digáis lo que queráis decir. Un poco de memoria, además de indignación, convierte la estrategia en ética y la ética en gestión equitativa de gobierno. Por eso, por Ramón Rubial y  por mucho más, al igual que tú, soy socialista.

martes, 3 de febrero de 2015

Lo que la gente espera de nosotros y de Guillermo

Resumen de lo que, pueblo a pueblo, ha sido el mensaje que la militancia traslada a la dirección del partido. Guillermo Fernández Vara y Miguel Ángel Morales -todo va a mejorar-
A estas alturas, alardear de viajes y kilómetros para escuchar a la militancia y por tanto a la ciudadanía, es una ridiculez. Nos han elegido para dar la cara, el cuerpo y el alma por nuestra forma de pensar, de vivir y de entender el mundo. Nos han elegido, en definitiva, para ser portavoces de los problemas cotidianos de la gente y, sobre todo, para solucionarlos.
Por tanto, siendo un mero exponente que le pone voz a lo que la militancia nos pide, es necesario dejar claro que el socialismo extremeño tiene un líder, Guillermo Fernández Vara que, a diferencia de otros se expuso a unas primarias abiertas para poder ser elegido como candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta.
La gente pedía elegir y Guillermo puso su nombre al servicio de la ciudadanía. Algunos vivieron del amague y de las sombras, pero Guillermo obtuvo un respaldo abrumador que acabó con la megalomanía de algún que otro soñador de contubernio. El primero en respaldarlo fue, quien hace de la sinceridad un acto innegociable, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Y la gente eligió a Guillermo no para que se pare en una esquina de la Asamblea y le grite a Monago todas sus miserias, que también podría, o para hacer de una inmoralidad efecto de campaña. La gente quiere a Guillermo porque trabajó toda su vida para ellos, para que, siendo él mismo, exponga y arregle las penurias por las que están pasando como consecuencia de las políticas del PP.
La gente respalda a Guillermo porque no es producto del marketing, ni de la venta ambulante de humo. Respaldamos a Guillermo porque es un hombre íntegro que nunca ha dejado de ser él mismo y lidera un proyecto basado y justificado con la gente y por la gente, que se plasma en un compromiso de medidas a cumplir en un tiempo concreto. Si no lo hace, se irá, ha prometido y en Guillermo Fernández Vara, la palabra cuenta.
En el PSOE no vamos a ofrecer a la gente titulares vacíos, ni el cielo. Vamos a poner sobre la mesa, una idea de Extremadura que haga que nuestros jóvenes trabajen para su tierra, que nuestros mayores vivan en paz lo que la guerra les quitó, para que el empleo se genere en igualdad, para que la dependencia sea un hecho, para que las infraestructuras sirvan a la gente y no a la propaganda, para que los funcionarios no sean moneda de cambio, para que nuestros chicos estudien por mérito y no por billetera.
En definitiva, la gente quiere a Guillermo Fernández Vara y al socialismo extremeño para que construya un espacio en el que quepamos todos y para que ese espacio no busque excusas en el tiempo. Será en mayo, un aquí y ahora. Con soluciones, sin gritos ni traiciones, gobernando, porque somos un partido de gobierno y nuestro compromiso es la gente.