lunes, 30 de noviembre de 2015

Presupuestos, la izquierda y Extremadura

 Miguel Á. Morales y los presupuestos
Es muy fácil explicarle a la gente lo que la gente ya sabe. Los Presupuestos con los que convivimos hasta ahora, son los del anterior gobierno, un gobierno que no dudó en utilizar lo público en beneficio sectario, un gobierno que cerró Urgencias, que expulsó docentes, que redujo becas, que no pagó la Renta Básica, que endeudó Extremadura y que aumentó las cifras de desempleo a cifras históricas.

Es muy fácil explicarle a la gente que debemos cambiar el marco presupuestario, para movernos hacia el crecimiento y para garantizar el rescate de los que más lo necesitan. En cinco meses, el gobierno de Guillermo ha abierto las Urgencias cerradas, garantizado mínimos vitales para que nadie pase frío, aumentado en 500 docentes las plantillas, abierto los comedores escolares, restablecido las rutas que Monago había quitado, aprobado un plan de empleo social...Para Monago la gente era una herramienta de poder. Para Vara la gente es Extremadura. Ni más ni menos.

No voy a enumerar aquí las bondades del Presupuesto presentado por el PSOE, pero queda claro que unas cuentas que destinan seis de cada diez euros a políticas sociales, es decir el 60%, no son cuentas conservadoras ni liberales, son cuentas de izquierda que estiran al máximo su alcance dentro de un contexto de ruina y asfixia por las políticas de déficit impuestas por Madrid y a las que Vara no se rendirá porque la gente seguiría sufriendo.

Para el PP el diálogo es un síntoma de debilidad en su esquizofrenia política de exigir lo que ellos no hicieron. Para el PSOE el diálogo es un síntoma de fortaleza desde el primer momento que hemos llegado al gobierno, incluso confeccionando una Mesa en la Asamblea con representación de todos los grupos, porque así creímos y creemos que debe ser y no porque tuviéramos que hacerlo.

Es muy fácil entender que la gente exige unos Presupuestos para 2016, que reflejen la mayoría social salida de las urnas el 24 de Mayo y que por tanto deban ser aprobados por esa mayoría parlamentaria, asumiendo que previamente deben ser objeto de debate y negociación para mejorarlos. Pero claro, la reprobación la deben respaldar desde la complicidad hacia la derecha. La aprobación debe ser respaldada con la complicidad hacia la izquierda.

Llegado este punto no hay más opciones que, o seguir con las cuentas que asfixiaron a la gente, los números de Monago y el PP o aprobar un nuevo presupuesto social que garanticen el rescate de la gente. Nosotros lo tenemos claro, vamos a escuchar y a dialogar con quienes tengan propuestas y ganas de sentarse con nosotros para sumar, para multiplicar y para construir una Extremadura con inclusión y ganas de salir adelante. Tenemos la legitimidad de la gente para proponer soluciones y tenemos el encargo de la gente para escuchar propuestas. Aquí, en el PSOE, nadie se confunde: somos de izquierda, proponemos cuentas de izquierda y la gente es lo primero.

lunes, 23 de noviembre de 2015

No combatamos el odio con odio

 Miguel Á. Morales contra el terrorismo
Todo es consecuencia de algo, aunque algunos comportamientos humanos respondan a la irracionalidad, tal y como ha ocurrido en París el pasado viernes. A pesar de ello, combatirlo racionalmente es inaplazable si queremos cambiar el choque de civilizaciones que venimos sufriendo desde hace décadas, año tras año con más muertes y más odio como alma mater de las confrontaciones.

Los demócratas de salón, esos mismos que no combaten ni repudian dictaduras de las suyas, creen y repiten que los asesinos son eso y nada más. Evitan y quieren evitarnos un necesario ejercicio de reflexión en el que sepamos de dónde viene la reacción a la reacción, en una espiral, repito, de odio, que para algunos fue logística y negocios en Irak y para otros, guerra santa sangrienta y espeluznante.

La ciudadanía de París, de Madrid, de Nueva York, de Londres, ha sufrido la ira de asesinos que justifican su sinrazón en la humillación al pueblo árabe, como consecuencia de guerras por negocios, de venganzas, de procesos descolonizadores que dejaron sangre, genocidios y fronteras artificiales, de la política exterior del mundo "civilizado" que asfixia el sano desarrollo y crecimiento de pueblos que nunca disfrutaron de lo suyo en condiciones de igualdad.

Nos hemos rasgado las vestiduras hablando de democracias inconclusas, a la vez que crecían los guantánamos y las salas de tortura allí donde cualquier sociedad emergente quería sacar la cabeza de su subdesarrollo secular. Hemos puesto la semilla del odio y ese odio crece aquí, a nuestro lado, con ansias de revancha e inhumanidad. Si queremos solucionar y vencer al terrorismo, no lo haremos con banderas, bombas, drones y concertinas. Sólo seremos capaces de hacerlo con cooperación al desarrollo en países que hoy encuentran en la muerte la única forma de santificación posible.

La sangre derramada en París no tiene sentido dentro del marco de la muerte misma, pero aquellos que detonan explosivos y arrasan vidas inocentes ya están aquí, a nuestro lado, y no nos valdrá de nada declarar una guerra al terrorismo si no somos capaces de comprender cómo abordar las próximas décadas en un orden mundial cada vez más difuso y peligroso para todas las sociedades.

Está claro que lo que han hecho los estados libres hasta el día de la fecha, no ha servido para otra cosa que no fuera engendrar más y más violencia. Los asesinos vestidos de negro no le dan valor a la vida de nadie y en este juego macabro todos los caminos extremos son temerarios e inservibles. Es imprescindible hablarle a nuestra sociedad de frente, dejar de buscar titulares e intentar, en la solidaridad con los pueblos damnificados por la desigualdad, parar el odio con desarrollo,  parar el odio con igualdad y parar el odio con protección y respeto por la vida de la humanidad al completo. No será fácil pero, al menos, dejemos de creer que es una utopía.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Presupuestos para la gente


Miguel Á. Morales 
Venimos de años en los que el gasto en fastos y publicidad fue desmedido y dejó a la ciudadanía en segundo plano. Se recortaron derechos y servicios a la vez que el PP no fue capaz de ajustar el déficit impuesto por Madrid, ni favorecer las garantías sociales necesarias para que una parte de la población tuviera mínimos indispensables para pasar los inviernos. Fracasaron en todo y se plasmó en las elecciones de mayo.

No soy quién debe decir dónde ha ido a parar tanta negligencia y autobombo. Cuando los Grupos dialoguemos y lleguemos a acuerdos en torno a los Presupuestos, quedarán evidenciadas las posiciones ideológicas del PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos. No nos olvidemos que los Presupuestos son ideología en números.

Guillermo Fernández Vara fue claro y decidió que su gobierno no recortará en la gente, por tanto no nos dedicaremos a gastar en marketing y sí lo haremos en Sanidad, Educación, Renta Básica y en garantizar luz y agua para que ningún extremeño o extremeña pase frío en invierno.

La situación es muy complicada y a pesar de que nos han dejado una Región endeudada y al borde de la intervención, aunque el PP mienta una vez más, ahora desde la oposición, el gobierno socialista está demostrado que el compromiso que adquirió con la gente lo está cumpliendo. Nosotros apostamos por recuperar lo perdido, paliar el desempleo y ordenar las cuentas para apostar por un crecimiento pausado pero constante y sin exclusiones.

En medio de todo ello, digo de discutir, debatir y espero acordar cifras en el presupuesto con los demás Grupos, el ruido de las elecciones generales nos impregnará por todos los poros. Lo hemos visto estos días en Plenos y tertulias. Se quieren lanzar mensajes nacionales mientras el Gobierno socialista lanza el Plan de Empleo Social que dará respiro a 4 mil personas, lanza el Decreto que garantiza de luz y agua, aumenta la plantilla docente, reabre Urgencias Sociales, garantiza una inyección económica a los Grupos de Acción Local, paga la renta básica...

Estos son apenas unos ejemplos que vale la pena recordar porque se gobierna con medidas y con decisiones firmes, no embarrando el campo para confundir a la gente. La realidad se resume perfectamente de la siguiente manera: Monago dejó arruinada económica y socialmente a Extremadura, pero el PSOE no lanzará un solo ajuste que empobrezca aún más la vida de nuestra gente.

Por tanto vamos a entrar, de aquí a nada, en una confrontación de ideas, y espero que no de mezquindades sectarias, que deben acabar en acuerdos que firmemos la mayoría de los Grupos. Eso será estar a la altura de la población que tiene sus ojos puestos en nuestros acuerdos. Ya hemos demostrado que somos dialogantes y que creemos que Extremadura es la gente y no como hemos vivido estos cuatro años, a golpe de patochada y verbena de un Emperador de Barro que ya no quieren ni en su partido.

Cien días cumpliendo


Cien días cumpliendoNunca fue fácil gobernar, ni antes, ni ahora, pero lo que es complejo es enfrentarse a la mentira como norma de convivencia con el que, en teoría, está allí para proponerte y sin embargo te deja facturas impagas en los cajones, una sanidad pública pauperizada, incumplimientos de todo tipo y por si fuera poco, con aires de meticulosidad a la hora de fingir un interés por la gente que no tienen.

Esto no es una acusación. Es una simple descripción de lo que se desprende de la situación que nos dejó Monago y su equipo, aunque visto lo visto por provincias, al otrora Emperador de barro le quedan muy pocos amigos a pesar de su manifiesta sobreactuación la semana pasada en Cáceres -¿o sobreactuó, precisamente para tener atada a la tropa varonil que ya no le hace la reverencia?-.

Guillermo Fernández Vara se encontró con cientos de millones de euros de deuda, un déficit público disparado –gastaron lo de todos en ellos y en Monago-, la plantilla docente bajo mínimos, la Renta Básica en el limbo, el desempleo como nunca en la historia de Extremadura y sin políticas destinadas a suavizar su impacto, la sanidad pública destrozada, una población en riesgo de pobreza, porque no poder pagar la luz y el agua o no poder calentarse en invierno es pobreza, el diálogo social roto...Este es el campo minado que nos dejó el gobierno de los "mejores".

Gobernando escribieron el capítulo más vergonzoso de la democracia en Extremadura. En estos cien días, con la única aspiración de estar junto a la gente y de ir acomodando las piezas para que la región vuelva a la normalidad, Guillermo está cumpliendo a rajatabla la Agenda del Cambio y con una premisa intocable: no recortaremos en la gente.
Ya sabemos lo que hemos estado recuperando hasta ahora, pero el viernes pasado llegaron tres anuncios –entre otros- que vienen a enriquecer la esperanza de los y las extremeñas.

Primero, se publicaron en el DOE la primera convocatoria de subvenciones del Plan de Empleo Social, dotado con 24 millones de euros y que tiene como objetivo paliar la desesperación del paro estructural. Segundo, la Junta inició el Anteproyecto de Ley para blindar la Sanidad Pública que con el gobierno socialista llegó a ser referencia España y vamos a volver a estar entre las mejores y tercero, la Junta aprobó el decreto para garantizar mínimos vitales en agua y energía eléctrica.

Cien días en los que Guillermo se ocupa de la gente, en los que el gobierno socialista gobierna para la gente y en los que todo ha vuelto a empezar para transformar en serio y nuevamente, a Extremadura. Nosotros no borramos el pasado, tenemos memoria y, precisamente por ello, sabemos cómo escribir el futuro. Por el momento, cien días cumpliendo.

martes, 3 de noviembre de 2015

La doctrina Monago es la doctrina de la mentira


Miguel Ángel Morales en Canal Extremadura
Pasan los meses, los Plenos y los debates y el PP sigue haciendo de la doctrina Monago su camino. Una doctrina inculcada por el gurú ausente, que abandonó el barco después de la derrota y que se resume fácilmente en la mentira, como instrumento para sobrevivir y justificarse a la vez, después de su fracaso electoral por decisión ciudadana.

Es desolador e indignante comprobar que ante cada cruce de opiniones, todos recurren a la píldora temática, al yo vine a hablar de mi libro y al yo estoy aquí para seguir apostando por lo políticamente rentable, aunque en ello se lleven el bienestar de la gente, el AVE y la poca honra que les queda.

Molesta mucho el cinismo con el que pretenden darnos clases de infraestructuras los mismos que, por ejemplo en la provincia de Cáceres, se cargaron un Plan de Carreteras reduciéndolo a mínimos históricos, a la vez que perjudicaban a  trabajadores y empresas.
Resulta humanamente desagradable tolerar la forma con la que pretenden enturbiar y desgastar a un gobierno que ha llegado para devolver la normalidad en la vida de las personas, aunque con muchos millones de euros menos malgastados en la marca Monago y expoliados de la vida de las y los extremeños.

Porque sí, el PP miente e intenta enredar a los grupos políticos que ningunea, considerándolos parte prescindible de un arco parlamentario que por suerte se ha enriquecido. Y sí, digo por suerte, porque la pluralidad nos permite dialogar y de ese diálogo debe ganar Extremadura, siempre y cuando no entendamos la política como pretexto para fagocitarse al de al lado, más o menos centrista, más o menos de izquierdas, más o menos de derechas.

Y sí, claro que hay diferencias ideológicas, porque cerrar o abrir Urgencias no es lo mismo, quitar o poner más profesores no es lo mismo, reducir o aumentar ayudas en libros no es lo mismo, deber o pagar la Renta Básica no es lo mismo, avalar una reforma laboral o lanzar un plan de empleo no es lo mismo. Evidentemente, en Extremadura PP y PSOE somos absolutamente diferentes. Aunque algunos para buscar "su" espacio quieran confundir.

Con esto quiero decir que pelearemos por mejorar la vida de la gente y esa mejora hemos de conseguirla a partir de cambios profundos en la forma de hacer política. Explicarle a la gente por qué y para qué optamos por un camino u otro es, a estas horas, un imperativo ético del cual yo no pienso escapar.