viernes, 5 de agosto de 2016

La única estrategia es Extremadura


Morales en Brozas
Si para algunos la política parece más un juego estratégico destinado a mejorar su propio posicionamiento, para las y los socialistas extremeños queremos que sea la herramienta necesaria para crecer en igualdad. Creemos en nuestra región, apostamos por nuestras virtudes y queremos abrir un nuevo camino de crecimiento.
No concebimos la política, y mucho menos el gobierno, como una disciplina donde desplegar el sectarismo para favorecer a los propios y aislar a los ajenos. Eso era cosa de otro gobierno que cerró urgencias rurales y las puertas al futuro de miles de extremeñas y extremeños. Hoy, los vientos son totalmente diferentes.

La economía verde no es un capricho, sino la búsqueda y el encuentro de una vía para pensarnos en tres décadas, para imaginarnos como un lugar de referencia mundial en el que produzcamos desde el conocimiento, la innovación y el desarrollo.

El reto es encontrarnos en el futuro con las herramientas suficientes para ser competitivos, para plasmar en el mapa de las realidades todo lo bueno que tenemos como reserva natural y compendio de talentos desaprovechados ante una crisis que hizo estragos en todos los niveles. El gobierno de Guillermo Fernández Vara quiere poner los cimientos para crecer en consonancia con los tiempos que nos tocan vivir.

Aunar talento humano, conocimiento universitario, decisión política y generosidad a la hora de proponer, sumar y multiplicar soluciones tiene que condimentar el día a día de la actividad política extremeña.

Nuestra única estrategia es Extremadura y esperamos sumar voluntades y capacidades al cambio global de nuestra región. El futuro es ahora y ahora es cuando planteamos la necesidad de cambiar para sumarnos a las regiones de vanguardia de nuestro entorno y proyectarnos globalmente.

Extremadura es una región llena de posibilidades y vamos a explorarlas para no rendirnos ante las dificultades, vamos a dar la cara ante lo que viene para que lo que venga dependa de nuestras manos y de nuestras capacidades. Lo conseguiremos.

Economía verde y educación laica


Extremadura verde
En el debate del estado de la región se ha visto de todo. Ganas de trabajar, resentimiento, dobles discursos, voluntad de diálogo y propuestas de calado para el futuro de Extremadura. Lo cierto y verdad es que no podemos cruzarnos de brazos ante el futuro y esperar que cambie la coyuntura económica o se suavicen las consecuencias de la crisis. Estamos obligados a imaginar un futuro abriendo puertas diferentes para conseguir resultados diferentes.

Extremadura necesita un cambio de modelo productivo y el gobierno de Guillermo Fernández Vara, de forma valiente, apuesta por la economía verde, apuesta por hacer de nuestras potencialidades naturales un nicho de riqueza que permita expandir actividades económicas en torno a nuestra indudable riqueza y en esa dirección apuntaremos nuestros esfuerzos.

Siempre hemos dicho que tenemos de todo en Extremadura y teníamos razón. Ahora intentaremos producir riqueza, repatriar talento, generar nuevas vías laborales y convertir, como dijo Guillermo, lo que eran debilidades, en fortalezas.

Es un plan estratégico de largo alcance que ya cuenta con mayoría parlamentaria y ahora debe sumar sectores de la sociedad del conocimiento para comenzar a construir los cimientos de una economía circular que repercuta, más pronto que tarde, en resultados positivos para la región.

En materia educativa estos días hemos visto cómo, una vez más, los obispos  se sublevan contra el gobierno socialista (no lo hicieron contra la reforma laboral o la guerra de Irak) porque los socialistas creemos que las legítimas creencias religiosas de cada uno están dentro del ámbito privado y fuera de las aulas y porque apostamos por una educación pública donde debe tener más peso filosofía, idiomas extranjeros, lengua y matemática, todo ello dentro del marco legal permitido. En fin, hay algunas críticas que son la prueba evidente de que estamos haciendo lo correcto.

Creemos en una Extremadura verde y laica, entre otras cosas, porque son rasgos indudables que pensamos y vivimos como miembros del Siglo XXI, como protagonistas de los cambios, como sujetos activos en el rol que tenemos gracias a la voluntad de la gente.

No vamos a escabullir la responsabilidad de transformar la sociedad con una concepción incluyente, sin trincheras, haciendo de nuestra voz la voz de toda Extremadura. Estamos ante un reto que puede cambiar para siempre esta región y convertir sus virtudes en referencia mundial. ¿Quién dijo que no somos capaces? Extremadura puede con todo.