lunes, 26 de septiembre de 2016

El hartazgo social


miguel-angel-morales-plan-de-infraestructuras-educativas
En tiempos en los que está de moda decir lo que la gente quiere oír, es de recibo también repetir una verdad como un templo: la ciudadanía está harta. Harta de los ruidos, del fuego cruzado, de la falta de serenidad, de la escasez de diálogo, de la miseria en las ideas, del insulto. La gente está harta que el sistema no le facilite las soluciones a sus problemas y, por el contrario, los multiplique.

La ciudadanía espera diálogo y aprueba los acuerdos porque no son talibanes atrincherados a la espera del paso de su víctima. La ciudadanía necesita confiar en sus representantes, saber que somos honestos y que esa honestidad se plasme en realidades concretas.

El jueves pasado aprobamos el Plan de Infraestructuras Educativas gracias al trabajo extraordinario de la Consejera Esther Gutiérrez y al consenso alcanzado con la mayoría de las fuerzas políticas representadas en la Asamblea de Extremadura. No es un Plan que mire con mezquindad localista, sino con generosidad regional. La inmensa mayoría de las y los extremeños pueden estar satisfechos de tener un gobierno que no distingue entre colores políticos, que no mira a los municipios con cariño o recelo según quien gobierne y que piensa primero, y ante todo, en nuestra región.

Las cifras del Plan son conocidas y no es necesario reproducirlas en este espacio, pero el sólo hecho de dar un salto adelante en cuanto a cantidad y calidad del empleo que se generará, además de las mejoras que disfrutará nuestra educación pública, debe hacernos sentir satisfechos con nuestro trabajo. Hemos recibido la felicitación de municipios afines al PSOE y de los que no lo son. Construimos Extremadura, no un crisol de sectarismo.

Es verdad que una de las fuerzas políticas representadas en la Asamblea continúa en su constante negativa a todo. Hablan de caciques y de explotadores como si la Extremadura de los Santos Inocentes estuviera aún presente y no fuera un mal recuerdo desterrado por los gobiernos socialistas de Ibarra y Vara. Ese no permanente a todo, esa crítica sin propuestas, esas consignas vacías de significado desgastan más a la gente y al sistema que al gobierno regional. Prefieren ser parte del ruido y no de las soluciones. Espero que recapaciten a la hora de consensuar los Presupuestos 2017.

En ello estamos ahora, hablando con todos los partidos porque es imprescindible aprender de nuestros errores y contribuir a que Extremadura tenga unas cuentas realistas y destinadas a paliar lo que la ciudadanía necesita. No creo que sean presupuestos boyantes, pero sí tendrán a la gente como centro de sus partidas. Mientras mayor sea el acuerdo mejor será para Extremadura.

Diálogo, consenso, sosiego, defensa de posturas, propuestas, escuchar…todos elementos democráticos que debemos recuperar para que el hartazgo social se transforme en esperanza, para que la gente escuche las opciones que les ofrece un sistema que debe apostar por los acuerdos si quiere facilitar un futuro de progreso,  con  las legítimas y respetables diferencias de pensamiento, pero de acuerdo en las prioridades. Para Vara y el PSOE, lo primero es Extremadura.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Extremadura


Morales en Borzas
 Quienes asumimos el mandato de la militancia para dirigir los designios del PSOE en el ámbito que nos compete, estamos obligados a plantear un camino, transitarlo y cumplir los objetivos encomendados. No estamos en el puesto para decir siempre lo que la gente quiere oír, sino para, sinceramente, plantear los retos que debemos superar y contribuir al bien común. Todo lo que no sea un fin colectivo, es un fin sectario y no se corresponde a nuestra historia ni a nuestra esencia ideológica.

Digo esto para recordar que como cada año recordamos y festejamos el a de Extremadura y que esta región no es un proyecto de partido ni tampoco personal. Esta región es una visión de futuro que debe reacomodarse ante las necesidades que nos plantea una época cada vez más compleja y cada vez más competitiva. Aquí no sobra nadie.

El chauvinismo no es un buen lugar desde donde expresar lo que sentimos por Extremadura. Tampoco aporta demasiado el acumular adjetivos que invoquen sentimientos localistas por el mero hecho de haber nacido aquí. Lo que sí es imprescindible, es tener la voluntad de aunar esfuerzos e inteligencia en torno a la idea que tenemos de nuestra región, potenciando a nuestra gente y contribuyendo a la creación de un espacio distinto, amable, progresista e incluyente.

No nos hace falta una escarapela para gritar que somos extremeños. Las huellas en los rostros de nuestros mayores son el mapa de una historia de explotación que 
supimos reconvertir hacia un presente de posibilidades que, dentro de la acelerada dinámica de cambios socioeconómicos, estamos obligados a volver a plasmar en una idea de región que nos lleve con garantías de competitividad a un tiempo que ya está aquí.

Humildemente creo que el mejor homenaje que podemos hacer a nuestra tierra es saber que tenemos un proyecto para su gente, en el que el conocimiento y la innovación jugarán en primera línea para agregar valor añadido a una economía que debe ofrecer vías que potencien lo que tenemos y podemos exponer en el mundo como paradigma.

El mejor homenaje que podemos ofrecer a Extremadura es el diálogo, la paridad, el encuentro entre sectores y partidos para ser todas y todos responsables de nuestra cuota de desarrollo que aportemos al bien común, a la sociedad en su conjunto. Gobernar es, precisamente, pensar transversalmente para incluir en nuestras decisiones a la inmensa mayoría de la población. Es verdad, no son criterios objetivos en sentido literal, sino un cúmulo de decisiones políticas que quieren sumar y multiplicar para que, cada año, Extremadura sea lo que sabemos que puede ser y será.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Del fuego a la esperanza


Morales y el trabajo silencioso
No soy de los que usan los medios oficiales y las redes sociales para caer en la frase fácil, la condolencia oportuna y la demagogia de ocasión. No es mi estilo ni debería ser el estilo de ningún representante político, porque en definitiva, no mantener la compostura ante sucesos trágicos como el fuego, banalizan cualquier sufrimiento.

Dicho esto, me duele cada metro que queman los delincuentes que, verano tras verano, se aferran en destrozar Extremadura y, aunque no haga falta decirlo, me solidarizo con cada cacereña y cacereño, extremeña y extremeño que haya sufrido el drama de las llamas este pasado verano.

Desde la Junta de Extremadura se está trabajando en un nuevo modelo forestal que aporte valor definitivo a la política de prevención de incendios  y conservación del medioambiente. No desistiremos en el empeño de aportar, junto a profesionales de primer nivel y la Universidad de Extremadura, las soluciones que requieren este gravísimo ataque a los intereses de la región y la provincia.

Navalmoral de la Mata, Romangordo, Sierra de Gata, Valle del Jerte… han sufrido, entre otros, el daño causado por el fuego, el miedo, la incertidumbre y el desconsuelo de ver cómo lo nuestro se quemaba. Ninguna palabra de ocasión, ningún postureo, ninguna escenografía interesada, puede estar a la altura del dolor que nos causa a todas y todos los que sentimos a la provincia de Cáceres como nuestro hogar y nuestra razón de hacer política.

Es de justicia resaltar el trabajo de los bomberos forestales y de todo el personal movilizado en cada uno de los episodios vividos. Son los verdaderos héroes y guardianes de nuestra tierra, los que arriesgan su vida para defender con tesón y profesionalismo la salud del suelo que pisamos. Cada verano sufrimos la acción de los desalmados de turno y acuden a sofocar los focos con una decisión que debe recalcarse en momentos de escasa generosidad colectiva. Son nuestro orgullo y debemos agradecer su trabajo.

Empieza otro curso político con un gobierno nacional en funciones, no sabemos hasta cuándo, con acuerdos de salón y posturas encontradas. En Extremadura encaramos lo que se viene decididos a seguir reduciendo el desempleo y a potenciar una idea de región con nuestro proyecto de economía verde. Tenemos mucho trabajo por delante como para dedicarnos, pura y exclusivamente, a vender imagen pública. Interesa la labor silenciosa y eficaz mucho más que el maquillaje y las luces de las palabras correctas en el momento correcto.

Sin duda la noticia con más impacto, ahora que acaba el verano, es la fallida investidura de Rajoy y si logrará evitar las terceras elecciones, pero yo no quiero olvidarme de mostrar la satisfacción del PSOE de la provincia de Cáceres por la libertad de Elia María Blanco, la normalidad de la vida de alguien que no se llevó un euro a casa y trabajó tanto por Plasencia, es una buena noticia y estamos felices por ella y mostrar la tristeza por la muerte de un buen Alcade, Antonio que lo fue de Gargüera. Ahora, a seguir trabajando. Nos necesita la gente y estamos para eso.