sábado, 24 de diciembre de 2016

¡Felices Fiestas para toda la familia socialista!

Como cada año, la Ejecutiva del PSOE de la provincia de Cáceres, se dirige a toda la familia socialista para desear unas felices fiestas, en familia, con vuestra gente y afectos porque, al fin y al cabo, no somos nada sin el cariño de los nuestros. felicitacion-2016-17
Ha sido un año difícil en todos los sentidos. 

Un año convulso, pero el PSOE está vivo y buscando el camino para volver a ser un partido de mayorías sociales que nos permita transformar la realidad desde el gobierno en Madrid.

No lo hemos conseguido en las dos citas electorales de 2016, pero creemos que, de forma sosegada pero imparable, estaremos muy pronto en disposición de ganar elecciones. Para ello nos hace falta debate, renovación de postulados y unión en torno a un partido con 137 años de historia. Estamos en ello.

El PSOE es un partido de gobierno y así trabaja cuando le toca asumir la responsabilidad de las decisiones y cuando le toca asumir la responsabilidad de la oposición. 

En Extremadura seguimos avanzando con decisiones que afectan positivamente la vida de las personas y en el Congreso sumamos mayorías para parar la LOMCE y las reválidas, para subir el salario mínimo y para que a nadie le corten la luz por no poder pagarla. Hacemos todo lo que está en nuestras manos por el bien común sin caer en personalismos vacíos.

Desde aquí queremos decir que vamos a continuar el camino que nos lleve a cumplir todos los objetivos que nos hemos planteado. Extremadura y la provincia de Cáceres seguirán yendo hacia adelante en busca de un futuro promisorio. Nos importa la gente y por ello lanzamos un Plan de Empleo Social, por ello aumentamos el presupuesto en Sanidad y Educación, por eso reabrimos Urgencias rurales, pagamos las rentas básicas pendientes y cumplimos con proveedores como no se hacía antes de llegar al gobierno.

Desde que gobernamos la Junta de Extremadura hay 20 mil parados menos, hay más becas, se han reabierto comedores escolares, bibliotecas en los pueblos y la cultura se lleva a cada rincón de nuestra geografía. Nos queda mucho por hacer pero estamos haciendo todo para que nuestra provincia y región progresen en igualdad, con optimismo y sin rencores egocéntricos de ningún tipo.

Aquí estamos para otra cosa, estamos para ser útiles a las personas, para poner al servicio de la sociedad todo nuestro esfuerzo y talento, para mirar con orgullo porque somos el PSOE, un partido que ha hecho posible que Extremadura aspire a seguir conquistando el espacio referencial que se merece.

Compañeras y compañeros, seguid adelante, sigamos adelante que el futuro no está escrito. Lo escribes tú, ella, él, nosotras y nosotros, todas y todos. Lo escribirá el PSOE y la gente.

¡Felices Fiestas!

jueves, 22 de diciembre de 2016

Diálogo desde las diferencias

  
miguel-angel-morales
Uno de los máximos valores del sistema democrático es el diálogo. Las posiciones enfrentadas, en una tarea que busca el bien común, deben acercarse cediendo y acordando, al menos, en unos mínimos necesarios para que la ciudadanía sienta y compruebe que sus representantes, a los que ha votado, son útiles y han trabajado por buscar ese bien común, compatible con las legítimas diferencias ideológicas.

No tiene sentido utilizar la Asamblea de Extremadura como un cuadrilátero, con más o menos cuota mediática, buscando el KO del rival porque le han dicho que es mejor ser agresivos que útiles. Humildemente creo que es un error, incluso una torcedura ética de los mismos principios democráticos que hemos decidido defender y no simplemente enunciar para la galería.

No se entiende, y lo expreso desde la esperanza, que un partido que se define como “la voz de la gente”, con el porcentual de votos que tenga, se niegue a hacer valer su representación a la hora de buscar mejorar los Presupuestos de Extremadura para 2017. Nadie que tenga dos dedos de frente puede argumentar, más allá de un grupete de colegas, que la negativa constante es producto del error del otro. Absolutamente nadie, en política menos aún, tiene el don de la infalibilidad.

El PSOE de Extremadura lleva décadas luchando por la ciudadanía. Hemos acertado y errado, hemos ganado y perdido, hemos subido y bajado. Hemos vivido todo tipo de vicisitudes en este carrusel de roles que es la democracia. Por eso creemos que tenemos la capacidad para liderar un proceso que acabe en consenso, un proceso que acabe comprometiéndose con toda Extremadura.

En este juego del no, por llamarlo de alguna manera aunque es de todo menos un juego, la que pierde es la gente, primero sus votantes y luego el resto de la sociedad que, con el ejemplo del acuerdo parcial podría sentirse orgullosa de que los grupos políticos se sienten a dialogar y a acordar por el bien común.

La política, es necesario recalcarlo, no es un vehículo para desestabilizar –o intentarlo- sino y sobre todo, es el principio básico a partir del cual cambiar rasgos culturales perniciosos para la pluralidad. Dicen que nunca más volverá el bipartidismo. No entiendo esta afirmación si viene de un grupo que dice que no a todo. Nos votan para ser útiles y la utilidad reside en el acuerdo. Luego, si son incapaces no solo de alcanzarlos sino de ni siquiera sentarse a hablar, la gente volverá a lo que –en teoría- ellos llegaron para cambiar, según la petulancia del momento y la aseveración de los nuevos tiempos que nunca llegaron.

Seamos, por tanto, humildes, ellos y nosotros, sentémonos a hablar porque se lo debemos a Extremadura. Acordemos, mejoremos entre todas las fuerzas políticas unas cuentas en las que se refleje toda la gente, sin exclusiones ni sectarismos. Está en nuestras manos cambiar la política de dos colores a una política pluricromática, como la sociedad misma. A nadie le sirve no dialogar. El cielo, deberían aprender, se toma por consenso o al menos con amplios acuerdos.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Al PP de Cáceres la gente no le importa


miguel-a-morales-y-el-plan-de-empleo-social
Desde que ganamos las elecciones, desde el mismo momento que asumimos el mandato de la ciudadanía en la Junta de Extremadura y en las Diputaciones de Cáceres y Badajoz, nos pusimos a desarrollar nuestro programa de gobierno y a cumplir los compromisos que habíamos adquirido con Extremadura, su gente, sus pueblos y sus ciudades.

No encontramos una región boyante, precisamente. Presupuestos inflados y partidas no ejecutadas, deudas con proveedores, horas extras que no se pagaban, rentas básicas pendientes, comedores escolares cerrados, urgencias rurales cerradas y un larguísimo etcétera que nos permitió realizar un diagnóstico mucho peor de lo que imaginábamos, aunque ya sabíamos de una gestión, la de Monago, tremenda, sobre todo para los más débiles que como siempre son los excedentes de las políticas reaccionarias.

Por eso, en cierta medida, no nos sorprende que la Señora Nevado, Alcaldesa de Cáceres y representante genuina de lo que representa el PP, rechace lo que le corresponde a las y los cacereños en concepto del Plan de Empleo Social, que se articula desde la Junta de Extremadura, la Diputación de Cáceres y la Diputación de Badajoz.

Un Plan de Empleo Social que, en Cáceres, afectaría positivamente –por no decir rescataría- a 90 familias de una situación dramática, porque no tener empleo, no poder sustentar las mínimas necesidades de los tuyos es desesperante.

No es fácilmente calificable la falta de humanidad de la Sra. Nevado que no ha dudado ni un segundo en utilizar a los más desfavorecidos como barricada contra una medida que ella ve en clave partidaria cuando está concebida en clave social, de justicia y de sensibilidad.

Ella y su conciencia tendrán que rendir cuentas a las familias que oculta tras su sectarismo político. ¿Cree Nevado que las medidas de un gobierno son para los que la votan? ¿Es tal su ceguera política y pobre su ética de la gestión pública que desconoce que una administración no debe distinguir por color partidista sino por situación social?

La ciudad de Cáceres, sus vecinas y vecinos y el futuro que necesita una de las urbes más bellas de España, no se merecen una alcaldesa como la Sra. Nevado. Su falta de humanidad para, simplemente, aceptar que el Plan de Empleo repercuta en quienes más lo necesitan, la retrata como una política de trinchera, una política de partido, de club de amigos. Todas cualidades muy "admirables", pero no las que necesita y pide la ciudad.