Para entender el futuro, para imaginarlo tal y como estamos esperanzados en conseguirlo las y los extremeños, es necesario recordar de vez en cuando la historia que nos precede, sobre todo la más cercana.
En 2015 nos encontramos con una región arrasada por la mala gestión y la insensibilidad social de un gobierno que se autoproclamó como el de los mejores. Claro, era propaganda, humo, falsedad e impostura. Nos encontramos con una región devastada por el desempleo, con presupuestos inflados y sin ejecutar, con una sanidad rota, con escuelas sin profesores ni becas ni comedores ni transportes y con las cuentas en números rojos.
Nuestro reto era recuperarnos poco a poco, equilibrar las cuentas y liberar a la ciudadanía de la nefasta presión de un gobierno que mintió, día a día, para intentar confundir, en vano, verdad con relato. La gente echó a Monago por incapaz, insensible y mentiroso.
¿Por qué recuerdo todo esto hoy?, simple: porque aquel hombre que mentía y hacía que sus viajes a Canarias de fiesta lo pagara la población, es el mismo que hoy se consuela saliendo a los medios, un día sí y otro también, para volver a dibujar una Extremadura que, a pesar suyo, de Rajoy, de Rato, de Casado y de Aznar, sigue recuperándose gracias al talento de su gente, al emprendimiento de sus empresarios, a la entrega de sus funcionarios y a un gobierno que escucha para ejercer la igualdad como el más firme argumento para crecer juntas, juntos, contigo.
Hay una enorme diferencia entre el PP y el PSOE. Ellos trabajan en el barro y en el bullicio con fines puramente electoralistas. Los socialistas, por el contrario, gobernamos para seguir avanzando y miramos con una mayor perspectiva el futuro que estamos construyendo. No nos quita el sueño el poder por el poder mismo, sino bajo la única y gran premisa que hemos tenido siempre: el bien común sin diferencias.
Incluir, proteger al más débil, potenciar las fortalezas para que la riqueza sea un bien a repartir y no una cuenta en B como la de Bárcenas es, entre muchas otras vías, por donde llevaremos nuestro ideario de cara a lo que viviremos en 2019. Trabajamos para crecer. Otros para vivir del cuento y, el cuento, por lo general, es una vil mentira. Allá ellos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario