viernes, 27 de septiembre de 2013

Asumimos la labor de reconstruir Extremadura


Por Miguel Ángel Morales Follow adrianboullosa on Twitter 
El Rey de Holanda se pasea en un carruaje dorado y anuncia el fin del Estado de Bienestar, en España, Ana Mato fanatiza la deshumanización de una Sanidad Pública agonizante por obra y gracia de la voracidad de la derecha y lo que calla un día, lo publica al siguiente: que los enfermos crónicos de Cáncer, Hepatitis C, VIH, paguen un 10 % de los medicamentos, paso previo al copago de todos los medicamentos hospitalarios.
En Extremadura cierran empresas todos los días por culpa de un gobierno que no impulsa la economía, que aumenta los impuestos de manera indiscriminada, que no vincula la inversión pública y el desarrollo a las demandas imprescindibles de la gente, que se financia con el dinero de los pensionistas, que impulsa el canon del agua, que no defiende nuestros intereses y que le roba a la educación pública para pagar los premios Ceres para mejor gloria de Monago.Y todo ello con la complicidad de IU y los intereses particulares de algunos de sus representantes.
Nuestros pensionistas perderán 655 millones de euros, la Beca para libros excluye al 80 por ciento de los solicitantes, los salarios bajaron más que en ninguna otra región y trabajamos más que en Cataluña, País Vasco y Madrid y, por si fuera poco, Extremadura perderá 700 millones de euros en el próximo Programa Operativo 2014-2020. ¿Monago? No sabe, no contesta.
El de recuperarnos, es el reto que Guillermo Fernández Vara y todos los socialistas asumimos porque nos va la vida en las personas y porque, de lo contrario, Extremadura y el exilio de su gente, hará de nuestra tierra un desierto de oportunidades.
Seamos realistas y tratemos lo imposible, decía Ernesto Guevara, ése y no otro es hoy nuestro empeño, nuestra voluntad y nuestra capacidad política de trabajo, para hacer regresar el tejido social del Estado donde lo habíamos dejado y, desde allí, impulsar las reformas que hagan de nuestras Administraciones la casa de todos gracias a su efectividad.
Vamos a abrir las Urgencias que el PP cerró y las potenciaremos con los profesionales que hoy faltan en nombre de los recortes. Recuperaremos las becas, el transporte escolar y eliminaremos todos los gastos superfluos para que la foto de Extremadura no sea la fastuosidad de unos premios, sino nuestros hijos estudiando, nuestros hospitales funcionando y devolviendo a nuestros mayores y enfermos la gratuidad de los medicamentos.
Así pues, nos toca un trabajo apasionante, duro y difícil, una labor que reconstruya el movimiento social que es el PSOE y lo haga virtud y realidad desde la Administración, algo que, por otra parte, lo hemos venido haciendo desde hace décadas. Volveremos, junto a vosotros, a reconstruir la Extremadura de todos. Que no lo dude nadie.

viernes, 13 de septiembre de 2013

El populismo electoralista de Monago también en las pensiones


Por Miguel Ángel Morales Follow adrianboullosa on Twitter 
Desde que el señor Monago, el PP y sus socios de IU gobiernan Extremadura, nos traen a escena una nueva forma de hacer política-ficción: el relato de una realidad virtual que intenta encriptar a la Extremadura Real.
Dentro de los estudiados pasos teatrales y maquillados por la pátina de la hipocresía, la CC.AA en general y la provincia de Cáceres en particular, han venido sufriendo el aumento indiscriminado de impuestos, ya sea agua, ya sea céntimo sanitario multiplicado o copago farmacéutico, mientras el empleo sufre, paulatina e incesantemente, los estragos de una política económica equivocada y excluyente que suma a la región cincuenta mil parados más y que no impide que Monago siga despilfarrando en publicidad y fastos, como los Premios Ceres y asfixiando a los pequeños ayuntamientos. Es evidente, que decir y hacer, no se conjugan en la misma frase del PP extremeño.
Nuestros mayores han sido víctima de la persecución económica más vil de la historia democrática reciente a través del copago farmacéutico, que Monago auspicia y cuya devolución prometida, brilla por su ausencia. El gobierno del PP lleva meses cobrando un pilar de la sanidad pública a quienes más lo necesitan: nuestros pensionistas.
Sin embargo, y ante la necesidad ya medida en términos electoralistas, Monago inspirado y crecido en la figura soñada de un Errol Flynn de la “séptima mentira”, ha anunciado entre pompas y palmeros, que los extremeños que reciben una pensión no contributiva, cobrarán una paga extra de 200 euros, cifra que no alcanza ni a mínimos decentes lo que les ha expoliado desde que gobierna, junto a IU, Extremadura.
Dice dignificar a nuestros mayores, cuando les ha quitado la ayuda a domicilio en nuestros pueblos, desmantelado los centros de día y residencias de la tercera edad o suprimido los servicios sociales de base. Y por si fuera poco se olvida decir que bajo su mandato, las pensiones son, por perder poder adquisitivo, aún más bajas.
El PP ha congelado las pensiones el 0,25 % lo que derivará en una pérdida real del 20 % en los próximos 10 años, es decir varias veces mayor por año a la subida anunciada, el valor de las pensiones disminuirá en épocas de crisis y no se recuperará en momentos de bonanza y con la reforma laboral y su despido preventivo y exprés están consiguiendo que cada vez haya menos cotizantes al sistema público de pensiones. ¿Por qué no dice nada de esto Monago?
Lo que Monago quiere hacernos creer es que con una aspirina cura el cáncer que ellos han provocado y todo esto a costa, una vez más, de nuestros pensionistas.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Los retos del nuevo curso político; defender lo público


Por Miguel Ángel Morales Follow adrianboullosa on Twitter 
Cuando la política se convierte en una herramienta para catapultar intereses personales, se acerca demasiado a la corrupción y se aleja definitivamente de las necesidades ciudadanas. Por el contrario, cuando obedece a su único y loable objetivo, resolver los problemas de la gente, es el instrumento necesario para construir una sociedad mejor, basada en la justicia social, la equidad y en la igualdad de oportunidades.
Actualmente estamos recorriendo un camino trágico hacia la desaparición del Estado de Bienestar. Los cambios estructurales impuestos por la derecha visible que gobierna y sus lobbies de poder, están destruyendo el país que conocíamos, donde los derechos sociales y la igualdad de oportunidades eran la referencia de la política y construyendo un modelo neoliberal donde el mercantilismo, los mercados, la prima de riesgo, los balances económicos, los negocios privados…, son ahora algunos de los referentes de la política del Estado que se debilita por momentos.
Frente a esta realidad el PSOE debe volver a ser lo que la ciudadanía espera de nosotros: una fuerza política que escuche, defienda y resuelva los problemas de la gente desde una óptica progresista, social e incluyente, ser como la gente para ser la gente. No podemos permitir más recetas liberales, a veces defendidas incomprensiblemente por algún compañero, ese no es nuestro camino. Seremos la izquierda o no seremos nada.
Debemos reformular nuestro pacto con la ciudadanía, recuperando la credibilidad y ofreciendo una alternativa nítida y diferenciada a la política de la derecha, donde los valores de la solidaridad, la igualdad y la justicia social primen, para ello es fundamental también, despejar las incógnitas e incertidumbres que nos atenazan y que son un lastre para el  Partido como instrumento al servicio de la ciudadanía. El PSOE no necesita apellidos y su acción política debe nacer y morir en el amplio abanico del progresismo social y sus valores de siempre. Debemos, en definitiva, volver a ser nosotros mismos porque ello implica ser como la gente.
Vamos hacia una batalla política dura, pero trascendente. Nos jugamos el país, la región y la provincia. No nos podemos sostener en la alternancia para esperar nuestro momento, sino coger el toro por los cuernos y devolverle a la población todo lo que la derecha y su oscurantismo moral, le está quitando.
Nuestro reto, qué duda cabe, es seguir trabajando desde la convicción ideológica  alejando ambigüedades y potenciando al Estado como la estructura firme e imprescindible que pide a gritos la sociedad desprotegida. No perdamos un minuto de nuestra labor en discutir mezquindades, ocupemos todo nuestro tiempo en conseguir una sociedad más libre, más justa y más solidaria.