lunes, 24 de noviembre de 2014

Monago, el profeta de la mentira y los valores familiares pisoteados


Miguel Ángel Morales
Cuando José Antonio Monago habla, lo hace desde un púlpito, amenazante aunque acomplejado, solemne pero patético, con un toque de ridículo y un inaudito argumentario de eufemismos
Vaya uno a saber por qué Monago y su asesor de imagen, consejero y empleado a su servicio, que pagamos los extremeños, decidieron crear un relato y un personaje  que obviara la realidad de sus actos y los reemplazara por una cadena de invenciones incumplidas, obviamente indemostrables y fácilmente desmontables.
Cuando Monago declaraba que bajaba los impuestos un 30 por ciento, ya los había subido un 100 por ciento. Si prometía devolver lo que nunca devolverá –“porque los viejos [sic] no cambian el voto”, dicen que dice entre los suyos-, antes se lo quitaba a los pensionistas, cuando denostaba el céntimo sanitario, al mismo tiempo lo subía al doble...
Por tanto, en la esfera del relato de ficción, Monago y el empleado que pagamos todos, intentaron mantener a los extremeños marginados de la realidad concreta, como si fuéramos imbéciles porque, evidentemente, si nos siguen intentando mentir a todos, todo el tiempo, a pesar del imposible, es que creen que somos imbéciles. La actitud de Monago podría ser descrita por el verso de una canción popular: “con una mano señala el universo y con la otra te toca a la mujer”.
La última bomba fétida que le explotó en la cara, lanzada desde dentro de sus filas, según siguen filtrando los que disfrutan con la caída del profeta de la mentira, nos vuelve a poner en la diana de todas las vergüenzas. Como si fuera un Groucho Marx de alcantarilla, Monago nos mostró unos papeles que no nos quiso dar, aunque prometió darlos mientras desatornillaba la parabólica de su adosado. En una conjura de principios y finales a la carta, Monago dijo que pagó lo que no pagó, certificó lo que no se certifica y demostró lo que no demostró. De locos y sainete, si no fuera por lo trágico.
La realidad es un descenso a los infiernos y las burlas que no dejan de cesar, eso sí, ha conseguido ser tendencia en twitter más tiempo que Michael Jackson y como parece que hoy no importa el discurso y su contenido, sino el posicionamiento de tu nombre –o lo que sea-, el éxito está en la notoriedad aunque con ella llegue el descrédito, la fantasmada y el personalismo vacuo.
La mentira arraigada no nos debe sorprender de un personaje que la acepta como piedra filosofal de la política, cuando en realidad, mienten los mentirosos. Lo que sí llama poderosamente la atención, es su descaro a la hora de recurrir a los valores familiares y al respeto por la integridad de la familia. Nos quiere hacer creer que entre el dedo y la llaga, lo que importa es el dedo y no es así. Sus conductas, hoy públicas y al parecer, sabidas por muchos y muchas, han pisoteado el respeto que reclama de otros cuando él mismo no lo ha ejercido.
Por tanto, y en un ejemplo más de moralinas baratas e hipocresía low cost, Monago ha hecho verdad absoluta aquella frase de gran Groucho: “surgiendo de la nada, hemos alcanzado las cimas más altas de la miseria”. Sigue escalando José Antonio que para ti hay cimas más altas aún.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Monago no tiene dignidad y debe irse

Miguel Ángel Morales analiza lo ocurrido con José Antonio Monago y sus viajes a Canarias a costa del Senado, es decir, de la gente. Miguel Ángel Morales
Se empeñaron Rajoy, Cospedal, Mato, Monago y Laureano León en hacernos volver a la España de charanga y pandereta, a la España de Berlanga, a la España gris, sórdida, de doble moral, hipócrita y amenazante. No tienen remedio. Lo llevan en la sangre.
Hemos vivido una historia de prepotencia y caraduras, de mentirosos y cómplices, de aterrados y traidores, de desvergonzados e inmorales. Todos estos elementos se mezclaron en el sainete propuesto por José Antonio Monago y sus viajes a Canarias para visitar a Olga Henao, tal y como ella misma lo reconoció. Otro parlamentario, por Teruel, Carlos Muñoz -también del PP-, dimitió por hacer lo mismo que Monago.
Monago, por el contrario, arropado por hijos de la buena estirpe como Arenas y Floriano, dejó caer una lágrima que otra, llanto por cierto, que no le provoca el exilio juvenil, los 141 mil parados, los índices de pobreza infantil, las pymes que cierran y los jóvenes que dejan sus estudios porque las becas han muerto, porque los libros son prohibitivos y porque el transporte escolar brilla por su ausencia. Un hipócrita en toda regla.
Y lo que es peor, se autoproclamó representante de los extremeños a la vez que amenazaba con demandas y querellas para salvaguardar su vida privada. ¿Quién se ha creído que es este pobre personaje? ¿Cree que los titulares que compra con dinero público llegan a la gente? ¿Piensa Monago que los extremeños somos imbéciles? ¿De qué vida privada habla si es incapaz de demostrar con quién estuvo en Canarias las 32 veces que fue a coste del Senado mientras Olga Henao reconoce que la iba a ver a ella?
Tuvo la ocasión, por una vez en su vida, de hablar con la verdad. Volvió a elegir la mentira, como es habitual. Pero ya nadie le cree, ni siquiera el más distraído.
Párrafo aparte merece el esperpento del señor Pedro Escobar, no sabemos muy bien si instruido por Alejandro Nogales diputado 33 del PP, que en un alarde de incompetencia manifiesta eligió comentar la rueda de prensa de Monago, ¡antes de que Monago hablara! Increíble pero real en el mundo de los felpudos políticos por conveniencias. Allí, Escobar, que ya no lidera a nadie, se decidió por no pedir la dimisión de su presidente, pero con el correr de las horas, y ante el clamor popular, no tuvo más remedio que desdecirse y pedir la dimisión de su jefe-capitalista. Así es el gobierno extremeño.
En definitiva estamos ante un escándalo que debió y debe tener por respuesta la salida de un Presidente, agotado políticamente y ausente de cualquier conexión con la realidad que vive y sufre la gente que, ya ni siquiera sorprendida, sólo espera el mes de mayo para votar y acabar con este circo. ¿No podría ser antes?

miércoles, 12 de noviembre de 2014

No tenemos adversarios a la izquierda

Miguel Ángel Morales reflexiona sobre el probable mapa electoral para mayo 2015 y adelanta su opinión. Miguel Ángel Morales
Ante todo quiero aclarar que en este espacio compartiré mi opinión personal que, creo, es la de la mayoría de la militancia socialista.
Dicho esto, aceptemos de forma sincera y frontal, que la atomización de la izquierda y el descrédito de una derecha enmarañada en sus propias tramas corruptas, generan como consecuencia inmediata, un mapa electoral sin mayorías absolutas que, visto lo visto, puede y debe provocar una mejoría sustancial en la calidad democrática si entendemos por calidad y democracia, ante todo, una inalienable voluntad de cambio dialogado.
Como militante de base creo que, a diferencia de lo que algunos aprendices de brujos han venido afirmando desde la impunidad de la ignorancia, que el PSOE ha perdido votantes por izquierda. Lejos de fidelizar a quienes crecieron con nuestras políticas, recurrimos a una equivocada responsabilidad en terrenos económicos que acabaron por perjudicar a los más débiles. Algunos hemos aprendido, aunque nunca comulgamos con el neoliberalismo planteado y su hipoteca sobre las espaldas de un partido nacido para hacer justamente lo contrario, es decir, transformar incluyendo.
Errores de este calibre y la guardia baja de algunos cuadros dirigentes, ocasionaron que el goteo hacia afuera de votos atomizara al progresismo. Por madurez y sensibilidad, la ciudadanía eligió virar hacia la izquierda y no, como en otros países, hacia posiciones xenófobas y neo fascistas. No debe sorprendernos demasiado cuando casi un altísimo porcentaje de españoles se definen, amigos brujos, de izquierda.
En Extremadura lo hemos entendido todos menos los dirigentes regionales –subrayo dirigentes- de IU, muy lejos del ideario de sus militantes y demasiado cerca del interés personal y del beneficio propio. Pan para hoy y hambre para mañana han ocasionado que IU pueda desaparecer del mapa parlamentario regional.
Una pena por ellos y un drama para la ciudadanía extremeña porque gracias al interés personal de los diputados regionales de IU, Monago ha conseguido que en Extremadura  se recorten más de mil millones en sanidad, un 26% en transporte escolar, que se cierren las urgencias en los pueblos, que el copago farmacéutico no se devuelva, que se creen impuestos asfixiantes, que la dependencia vaya languideciendo, que la educación sufra y que no se pague la Renta Básica. Fue la unión  de los dirigentes de IU a Monago, la razón de su suicidio político.
Con la irrupción del nuevo escenario, el PSOE tiene que articular y propiciar la reconstrucción de políticas sociales que, con grandes mayorías edificadas a partir de consenso, puedan solucionar los problemas de la gente y de paso blindar el tejido social ante futuros ataques de la derecha.
No es necesario combatir en el espacio de las propuestas sociales. Es imprescindible entender que la gente no necesita quinielas ni porcentajes, que la gente no necesita enfrentamientos, sino propuestas, capacidades y talento para confluir en una Extremadura de progreso y modernidad. Nosotros tenemos un programa para ello, con la gente como centro de la acción política. Todos los partidos políticos que sumen hacia la izquierda, serán bienvenidos. Nuestros únicos adversarios son los ejecutores de políticas de exclusión y desmantelamiento del estado social, Monago, Rajoy y el PP.

lunes, 3 de noviembre de 2014

El exilio juvenil hay que pararlo apostando por el arraigo del conocimiento

Es imprescindible favorecer el arraigo laboral a nuestra juventud formada y preparada para que vuelquen su conocimiento en Extremadura. Innovación y conocimiento al servicio de Extremadura
Que la juventud es esencial para la construcción de una sociedad más justa, moderna y plena, es una obviedad. Que Monago festeje los datos del paro, con un 53% de desempleo juvenil y un exilio incesante por falta de oportunidades, una vergüenza, un drama y un problema que sin dilación tenemos que resolver.
La juventud extremeña, producto de una política de inclusión e igualdad de oportunidades de décadas, es en la actualidad la mejor preparada de nuestra historia y sin embargo no somos capaces de darles cabida en un sistema que necesita reformas valientes para apostar por el conocimiento, la innovación y lo público con algo más que palabras.
Tenemos un par de generaciones varadas en el desconsuelo y es imprescindible no permitir que la provincia de Cáceres y la región sigan perdiendo el talento por propia ineptitud. Ya lo hemos dicho alguna vez y creo necesario repetirlo: flexibilizar el ingreso al sistema público de empleo de los mejores expedientes académicos formados en universidades públicas, se antoja el camino más rápido para dar respuesta a los que, con su esmero, dedicación y capacidad, han podido luchar por la excelencia a pesar de no tener en el horizonte demasiadas razones objetivas para hacerlo.
Debemos conseguir que los mejores ofrezcan su servicios a los nichos de investigación que creemos, porque el futuro es de aquellos capaces de estar en la vanguardia del conocimiento, de la investigación y al servicio de las soluciones reales que necesita un entorno, una enfermedad o un sistema operativo. Vender un producto a muchos es hoy la religión del éxito productivo y la posibilidad más práctica de generar riqueza, empleo y desarrollo. En un chip puede estar la Ítaca de Extremadura.
Además, debemos plantearnos seriamente dar un paso adelante en materia educativa con actividades complementarias de calidadque permitan, dentro de un modelo de desarrollo rural sostenible, capacitar y educar –de manera exhaustiva- desde la oferta de asignaturas en horarios extraescolares. Tenemos juventud formada en nuestros pueblos y ciudades, por tanto, si somos capaces de crear una red de academias municipales, podemos poner al servicio de la sociedad más conocimiento en idiomas, tecnología y refuerzo allí donde ya hemos llevado escuelas, centros de salud e infraestructura.
Las casas de cultura de nuestros pueblos y barrios han de ser un lugar que, efectivamente, respire cultura, con personal capaz de mirar el futuro de frente y con solvencia, un espacio en el que perfeccionar y enseñar idiomas con licenciados preparados en la materia, pero también cnicas aplicables a la producción local. En fin, dar formas a nuestros sueños para que desde la esperanza podamos vencer, como dijo un amigo, de una vez al miedo.
El futuro está allí y depende de nosotros, de ti, de tu voto, de nuestra capacidad y decisión de hacer que Extremadura dé un paso al frente en la vanguardia de la innovaciónla transparencia y la inteligencia. No importa quién haya “mandado” estos cuatro años en la Junta. Importa que nosotros estamos aquí para cambiar un estado de letargo y desolación social, por otro de valentía y orgullo. Claro que lo haremos.