Un día socialista para empezar el cambio

Nuestra gente no lo está pasando bien y cuando digo nuestra gente me estoy refiriendo a la inmensa mayoría de las y los extremeños que están sufriendo las políticas neoliberales y sinsentido de Monago, Rajoy, Montoro y el PP, que encontraron la justificación, para acabar con el Estado Social, en una crisis que sus propias políticas creó y fomentó.

Nuestra gente sufre el copago farmacéutico, la pérdida del poder adquisitivo, el exterminio de las becas, los impuestazos, el cierre de urgencias, la ausencia de transporte escolar, las subidas del recibo de la luz, el canon del agua, la falta de empleo...

Sí, nuestra gente es víctima de cuatro años de olvido, sectarismo, corrupción, propaganda y mentiras de un gobierno al que podemos ponerle caras, nombres y apellidos. Bárcenas, Rajoy, Rato, Monago, Fabra, Matas, Mato... son las patas de la misma vergüenza.

A pesar de todas las dificultades, de lo que cuesta hacer kilómetros para una jornada de convivencia, la familia socialista se movilizó en masa para asistir al Día de la Rosa que albergó Casar de Cáceres, con la hospitalidad que caracteriza a este  municipio que es ejemplo de socialismo hacia fuera y hacia dentro.

Fue un día marcado en rojo para plasmar que el socialismo es el seno desde donde aspirar al cambio, fue un día desde donde empezar una larga marcha que acabará el día 24 de mayo con un triunfo de Extremadura en las urnas, un triunfo que se traducirá en cambio y soluciones concretas para la gente, con un gobierno de izquierdas dispuesto a hacer con la gente un futuro de éxito y a ser el gobierno de la inmediatez con fecha de cumplimiento.

El Día de la Rosa fue una excusa para sentir el calor de unos y otros, un maravilloso pretexto para vernos las caras, todos y todas, para charlar, para compartir la voluntad de cambio que respira Extremadura y que impulsaremos cada uno de los socialistas de esta región para llevar a Guillermo a la presidencia de la Junta de Extremadura.

Mientras Monago se esconde detrás de una escarapela, mientras Monago pisotea los colores de Extremadura, mientras Monago nos miente y nos mete la mano en el bolsillo, nosotros, el PSOE, nos sentimos orgullosos de ser socialistas, orgullosos de abrir nuestras entrañas para ofrecerlas a la transformación. Nosotros no nos escondemos. Somos ese puño y esa rosa que modernizaron Extremadura y que devolverán a Extremadura la dignidad con trabajo, igualdad y futuro, con soluciones urgentes para problemas acuciantes.

Vivimos una jornada pletórica en Casar de Cáceres, con miles de compañeras y compañeros que contagian compromiso con su tierra y con su gente. Extremadura ya marcha hacia el cambio con la inclusión, la igualdad y la justicia social como banderas.

Extremadura nos une

 Estamos recorriendo cada metro de Extremadura y a cada paso que damos nos encontramos con un valor común: la honestidad. Así son los y las extremeñas, con su hospitalidad, esfuerzo y cariño respirando por cada uno de sus poros.

Somos sencillos y no nos gustan las chulerías. Extremadura ha sido siempre una tierra difícil, hasta hace 30 años olvidada y, en cierto modo, expoliada. Digo esto porque la imperiosa necesidad que tuvimos de emigrar hacia otros destinos, en España y el mundo, fue producto de lo que no teníamos y hoy, tristemente, sucede lo mismo con nuestros hijos e hijas.

Hemos llegado hoy a esta situación no por un rap o por una jota, sino por la decisión política de Monago, Rajoy y el PP de hacer de la desigualdad un dogma, por hacer de la injusticia una herramienta, por hacer de la inhumanidad un proceso que ellos creen es irrevocable.

Cada paso que damos, cada abrazo que recibimos, cada afán de rebeldía que nos contagia la gente y nos impulsa, demuestra todo lo contrario. Extremadura es una región de gente honrada que sabe distinguir, separar, castigar y premiar los aciertos y desaciertos de sus dirigentes. No les confunden con luces de neón, parafernalia, marketing o titulares falsos.

La gente vive apegada a su tierra y sabe lo que descansa debajo de sus botas de trabajo. Es inútil intentar engañar, porque cada uno de los habitantes de Extremadura sabe y distingue la verdad de la mentira.

Nos basta con escuchar, de verdad, a la gente. Nos basta con proponer que iremos todos juntos hacia un futuro de iguales en derechos, de iguales en oportunidades y de iguales en el día a día para compartir nuestros sueños y construir una región llena de vida y de justicia.

Ya no podemos detenernos a comentar las frivolidades y mentiras de un Presidente que nos da vergüenza. Compararlo con Juan Carlos o con Guillermo es un insulto y nos dedicaremos a solucionar los problemas y a abrir las puertas de un futuro esperanzador para Extremadura, un futuro en el que nadie pase frío porque Guillermo lo garantiza con políticas públicas, en un futuro sin desahucios porque cuando un banco desahucie, Guillermo expropiará la vivienda y la devolverá a sus habitantes. Nadie arrancará a las personas de su vida. Nunca más.

Hemos aprendido y rectificado. Hemos hecho una autocrítica descarnada y sincera y hemos dado un paso adelante renovando nuestras listas, asumiendo el reto como la última oportunidad para que las personas dejen de sufrir.

Somos necesarios para liderar un cambio hacia la izquierda y gobernar  Extremadura. Pero sabed que no nos confundimos. No somos nosotros los imprescindibles. Sois vosotros y vosotras. Los socialistas somos vuestras herramientas porque al fin y al cabo es Extremadura lo que nos importa. Tú eres lo que nos importa.

A Monago y Rajoy, los echas tú

 Monago huye desesperadamente de la verdad porque la verdad lo retrata como compañero de Bárcenas, como fiel cómplice de Rajoy y como el extremeño que se fue de fiesta a Canarias a costa del dinero de todos y cada uno de nosotros. Prometió pagar lo que gastó de nuestro bolsillo. No cumplió.

Monago le tiene miedo a la verdad porque la verdad lo desnuda. Y la verdad es que hay mil maestros menos y más niños en edad escolar, la verdad es que las guarderías ven recortadas sus subvenciones, la verdad es que nos han cerrado urgencias médicas en nuestros pueblos, la verdad es que nos han estafado con el canon del agua y la verdad es que Monago ha expoliado a nuestros pensionistas con el copago farmacéutico que no devuelve. La verdad es el paro, el déficit, el impago a los proveedores, la falta de sensibilidad con la gente que se muere de frío, los desahuciados, los que no tienen un euro de ingreso, las familias que tienen a todos los miembros en paro...

Monago cree en la mentira como único escudo contra el fracaso. Utiliza los medios del estado para mentirnos a la cara, para dibujar una realidad que no existe, para despreciar a Andalucía, para escupirnos sus vergüenzas y para retratarse como lo que se ha demostrado que es, un mentiroso carente de valores y ansias de poder. Monago es una vergüenza para los y las extremeñas.

Os dirán todos los días que van a ganar las elecciones, que sus encuestas, las pagadas para mentir en los medios, son las buenas. ¡Mienten! No os desaniméis porque es lo que buscan. Quieren desmoralizar al electorado socialista para que el 24 de mayo no vote. Monago está a la desesperada porque sabe que va a perder y que el PSOE ganará las elecciones en Extremadura.

¿Y sabéis por qué? Porque la ciudadanía extremeña es honrada, humilde y trabajadora. Porque Extremadura es tierra de gente que se esfuerza para salir adelante y para que nuestros hijos e hijas estudien y, de ser posible, trabajen aquí y no en el exilio forzado por este grupo de mercaderes de la desigualdad. Extremadura no quiere más mentiras.

Queda muy poco tiempo y es hora de seguir fortificando nuestras convicciones que no son ni más ni menos que el camino de la igualdad y del progreso para todos. Hace siglos, Jorge Manrique escribió Coplas para la muerte de su padre, allí hombres de linaje y pobres hombres se igualaban en la muerte. Los socialistas siempre  trabajamos para que todos seamos iguales en vida y seguiremos profundizando en las oportunidades como derecho ciudadano y como deber del Estado para garantizarlas.

No tengas dudas. En Extremadura gobernará la izquierda porque así lo quieres tú, porque tú lo necesitas y porque, no lo olvides nunca, a Rajoy y a Monago los echas tú.

Vamos a ganar las elecciones con la gente

Rajoy y Monago llegaron al gobierno con un mismo objetivo y las mismas herramientas: destruir el Estado del Bienestar y construir un relato de ficción que tapara sus miserias y nuestros sufrimientos. Mientras se cargaban la sanidad pública, la educación, la dependencia y las pensiones, en Canal Extremadura y otros altavoces a sueldo

El exilio juvenil, los 6 millones del copago que no devuelven, el mínimo porcentaje de ejecución del presupuesto provincial, la tardanza en pagar a proveedores mientras los proveedores facturan lo que no cobran y se hunden, y una larga lista de hechos objetivos, juegan en contra del cuento de hadas y padrinos que Monago quiere que nos creamos.

El PP aspira a que el uno no sepa lo que le pasa al otro y, en vez de gestionar incluyendo, gestionan desde la ineficacia, el interés particular y la discriminación. El PP es una máquina de construir poder para pocos, el PSOE una pasión de construir inclusión para todos. Es una de las tantas y sustanciales diferencias.

Si los gobiernos de Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara se hubiesen detenido a contar cada lunes su gestión, en cada titular su trabajo, en cada inauguración su obra, lisa y llanamente, no habrían tenido tiempo para gobernar. A estas alturas y más que nunca, nos debemos exigir hacer en vez de hablar, trabajar en vez de exclamar, aportar en vez de esperar. Es tiempo de acción y en esa acción, la conducta para ser de nuevo Extremadura.

Una Extremadura que crezca al mismo ritmo porque vamos juntos, una Extremadura en la que nadie se quede sin futuro porque no pueda pagar los libros de texto o el transporte de sus hijas e hijos. Una Extremadura donde el frío no sea un martirio de sucumbir ante la pobreza energética.

Se trata de plantar bandera en cada esquina, de tener un soldado en cada trinchera de la igualdad para que nunca más pasen con sus ignominias. Es tiempo de plantarse, de no tener miedo, de sentir el orgullo de un Partido que hace treinta años comenzó una transformación profunda que llevó a los hijos del analfabetismo a la universidad pública. ¡En una generación!

Quizás no nos detuvimos a contar todo lo que habíamos hecho junto a las extremeñas y extremeños. Y no lo hicimos porque no había tiempo para tomar el sol y salir en la tele o en la radio cada lunes.

Nos eligieron para gobernar en silencio y hacer ruido sumando camas y médicos en los hospitales, llenando Extremadura de maestros, atendiendo dignamente a nuestros mayores y apostando por el retorno del talento que exilió la infamia de un gobierno, el de Monago, que sigue buscando el titular falso, la vergüenza falaz y la más burda mentira. Monago ya no engaña a nadie. Monago es un mentiroso y vamos a ganar las elecciones. Extremadura está volviendo.