Uno de los momentos más reconfortantes de la política es reconocer la realidad y plantear soluciones para transformarla sin romper ni desequilibrar el diálogo y la búsqueda de consenso, sobre todo con aquellos que dicen compartir proyectos semejantes desde la izquierda.
Es evidente que no estamos ante una situación fácil. Vivimos situaciones dramáticas, que estamos obligados a resolver, para gente con nombre y apellidos en cada cifra que destinamos, en cada partida que enviamos y en cada nueva puerta que abrimos, para conseguirlo es determinante contar con la herramienta imprescindible que suponen los presupuestos.
Hay evidentes diferencias ideológicas entre los grupos políticos de la Asamblea, pero esas diferencias no pueden, bajo ningún punto de vista, romper los puentes para transitar, oír y encontrar acuerdos. Lisa y llanamente porque únicamente con diálogo podremos construir una Extremadura para todas y todos.
Hay razones de peso para entendernos porque, entre muchas cuestiones, hay que recordar que los que están esperando los Presupuestos no son únicamente votantes, son ciudadanas y ciudadanos que no merecen inacción porque tienen problemas y estamos aquí para solucionarlos. Que Extremadura sea siempre lo primero es pensar siempre en las extremeñas y en los extremeños y si pensamos en ellos debemos encontrarnos en el acuerdo.
Bajémonos de los eslóganes y pongámonos a servir a la gente. El conocimiento se adquiere trabajando, escuchando y proponiendo. La nueva y la vieja política se han construido y deben construirse en el diálogo. La confrontación por la confrontación no sirve para nada y mucho menos le sirve a la gente. Demos ejemplo.
Extremadura nos conoce, las y los extremeños saben que un centro de salud, un hospital, una escuela, la oficina de igualdad o la carretera que transitan cada día, requieren un presupuesto para funcionar y necesitan también propuestas de los grupos para profundizar y mejorar el día a día de la gente.
En definitiva, lo que nos debe indignar es que se use a la gente como trinchera para maquillar intereses sectarios, en vez de contribuir a resolver y revertir la situación que el gobierno de Guillermo Fernández Vara se encontró.
Ayudémonos entre todos para ayudar a ser mejores. Extremadura no puede ser un pretexto para ningún interés que no sea el colectivo. El PSOE aquí está y seguirá esperando que los partidos ayuden a multiplicar y se den cuenta que hablamos de la gente, no de cuitas internas ni de bandos. Hablamos de la gente.
No hay comentarios :
Publicar un comentario