jueves, 28 de marzo de 2013

Monago ataca por la espalda a la dignidad extremeña



Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter
No me cansaré de repetir que Mariano Rajoy y la derecha protagonizan el fraude electoral más grande de la historia de España dada la nula conexión entre el discurso previo a las elecciones y las acciones de gobierno una vez ganadas.
En el caso de Extremadura, Monago maquillaba la contra-reforma gracias a una mercadotecnia política vacía de significado propio pero sí, deseguidismo servil y palmero para con los recortes, la recesión y la falta de protección social generada desde Bruselas, Madrid y el mundo financiero, es decir, privatizar el estado y reducir los derechos sociales.
Sin embargo, en la inauguración del cerezo en flor en Tornavacas, tuvimos el dudoso placer de escucharlo y de, por supuesto, no sorprendernos. Con total seguridad, su dictador de imagen–no lo asesoran, le ordenan cómo actuar-, dado el cambiante estado climático, estaría con fiebre, porque Monago, con su séquito aplaudiendo a rabiar, lanzó la bravuconada más grande de su agonía de gobierno: “no estoy para generar empleo”.
Una vez empezado, lanzada su incontinencia verbal sin nadie que le dictara cómo poner el freno, intentó arreglarlo con un “sino para generar las condiciones”. Evidentemente, podemos debatir la concepción que el PP extremeño tiene del Estado, es decir la de unmercadillo de garaje, o podríamos discutir las condiciones que tampoco ha conseguido crear, una vez que tenemos más de 150 mil parados en la región, gracias a su “fantástica” gestión destructiva con todo lo que dejamos los socialistas.
Es bueno recordar que quien ahora no está para crear empleo fue la cara del partido más hipócrita de la democracia española, porque convencieron a sus votantes que llegarían, precisamente, como el gobierno de “lo primero el empleo: más trabajo, menos impuestos” -¿os acordáis?-.
Y no solo eso, sino que el mismo Monago exigía a Vara, desde la oposición que el entonces Presidente de la Junta generara lo que hoy, reconoce el líder del PP regional, no hará él.
Nos preguntamos, como tantos otros ciudadanos y ciudadanas, para qué tenemos al frente del gobierno regional a un presidente que es incapaz de entender que su gran reto es llevar el bienestar a los extremeños y que esa plenitud es imposible sin trabajo, algo que sus políticas se encargan de destruir día a día, atentando contra la dignidad de los extremeños.
En el colmo de la desfachatez, Monago repitió con la certeza del que vive en otra realidad o no entiende donde pisa, que no puede, la población, pedirle empleo porque él no está para darlo, intentando con esto dar otro palo a lo público como fuente de inclusión laboral. ¿Para qué está el Sr. Monago? ¿Para cargarse la sanidad, la dependencia y la educación?¿Quién le cura su conciencia, Sr. Monago? ¿Y entonces qué hacemos? ¿Pedimos empleo en los comercios y empresas que cierran cada día gracias a los impuestazos y falta de incentivación para salir adelante? ¿No era el empleo, lo primero, señores del PP?
La doble moral, la mentira, el desprecio por las peticiones de los integrantes del Campamento Dignidad, la falta de sensibilidad cuando pondera el ahorro por encima del mantenimiento de las urgencias rurales, cuando permite amenazas y denuncias hacia un diputado socialista por exponer la filtración de un examen, componen el día a día de una derecha que nos lleva al abismo o al pasado, que es exactamente lo mismo para los extremeños.
A los ciudadanos y ciudadanas de la provincia de Cáceres hay que decirles la verdad y la verdad es que el Estado sí puede y debe generar empleo público. Es más, no ha habido una sola crisis económica mundial en la que el Estado no actuara con políticas de inversión pública, con un ordenamiento fiscal decreciente –de los que más tienen a los que menos tienen- y con una protección social capaz de contener el horror del desempleo y la desesperación. Monago debería exigir a la Diputación Provincial que invierta en los pueblos y las ciudades y no que fomente la desinversión pública y la paulatina desaparición de las pequeñas y medianas empresas locales.
No solo que el estado puede intervenir, sino que debe hacerlo porque de lo contrario no tendría sentido su existencia a no ser que ellos, la derecha reaccionaria, aspiren a todo lo contrario:reducir el Estado a la mínima expresión para que la economía, los servicios y la sociedad sean una víctima más de los mercados.
Ya sabemos que es esto lo que quieren, pero Monago, hasta este último viernes, no se había sincerado.

viernes, 22 de marzo de 2013

Juan Carlos Rodríguez Ibarra, la fuerza de un discurso


 
Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter
Todas las polémicas son buenas si conducen a una reflexión general sobre los problemas.
Los discursos claros y directos, sin medias tintas, analizando la realidad desde el conocimiento de la historia, son propios de personas valientes y comprometidas. Aunque no siempre el compromiso sea entendido, ni el análisis de los problemas compartido.
En Extremadura tenemos la gran suerte de poder contar con una persona que, en sus discursos, no busca el aplauso fácil, ni la sonrisa complaciente. Juan Carlos Rodríguez Ibarra, cuando habla, quiere que la gente piense, que vaya un poco más allá. Disecciona la realidad para saber de qué está compuesta y entender cómo nos puede afectar.
Sus palabras no siempre son entendidas desde el análisis de esta realidad, desde el conocimiento de la experiencia que avalan tantos años de  lucha por Extremadura y por una valor que siempre subyace en todas y cada una de sus acciones: La Igualdad con mayúsculas.
En estos últimos meses le he venido escuchando en su discurso su temor por el peligro que supone atacar el sistema desde dentro del sistema. Un ataque al que no estamos acostumbrados los españoles y que nada tiene que ver con  el que sufrimos  el 23 F, que venía de fuera y sabíamos como combatirlo. He escuchado a nuestro compañero Ibarra elogiar la Constitución porque es tan grande que establece sus propias herramientas para ser modificada en profundidad, sin tener que buscar esas armas fuera.
Reflexiones sobre los problemas que vive nuestra sociedad  en un discurso carente de palabras huecas y frases hechas y que aboga por la inteligencia de quien las escucha.
A nadie debe extrañar el rechazo de los posicionamientos nacionalistas por parte de Juan Carlos, puesto que está en la esencia del socialismo y sus valores, que van más allá de fronteras y de la  defensa a ultranza de territorios propios. Los socialistas abogamos por la justicia social e igualdad de los ciudadanos sin importar países y fronteras, por eso no entendemos la reacción del nacionalismo catalán frente a las reflexiones del Presidente Ibarra.
No estaría de más que la preocupación primera y fundamental de los políticos catalanes estuviera encaminada a solucionar los problemas reales que tiene la ciudadanía,  como son el desempleo creciente, la pérdida de calidad por los recortes en la sanidad y educación públicas o el terrible drama de los desahucios.

viernes, 15 de marzo de 2013

El Socialismo se construye en la calle, no en los medios



Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter
Que nadie se sienta aludido, hago estas reflexiones desde el convencimiento de compartir con la inmensa mayoría de la militancia socialista, una ideología noble, justa, con vocación incluyente y seguro de que el socialismo que queremos no es el del poder y el espacio de los medios de comunicación y sus parlantes legitimadores, sino aquel que suponga el compromiso social, ético, igualitario, solidario y de progreso que permita recuperar el acompañamiento mayoritario de la población.
Barack Obama, en la democracia más mediatizada del mundo y con una presión económica impactante por su influencia, en cierta medida revolucionó el sistema de captación de voluntades construyendo su liderazgo a partir de una política de cercanía, contemporánea y concreta. Había un discurso claro, pero sobre todo la esperanza del cambio con un líder que escucha y conecta con la ciudadanía, que es parte de ella.
Así pues, creo percibir que nuestra democracia en su matiz más progresista, no puede descansar en los escaparates de las editoriales y opiniones periodísticas, al servicio en muchos casos de la necesaria salvación económica del medio,  no podemos pretender que la ciudadanía nos vuelva a sentir como parte de ella, desde los medios, por importantes que sean.
Absolutamente no. Me niego a resumirnos a la mínima expresión de un titular, un maquillaje programático y un camaleónico discurso, ante los verdaderos problemas que acucian a un pueblo asfixiado por quienes ostentan el poder y lo ejecutan despiadadamente. Mienten y gobiernan para sus intereses, siempre lo han hecho y lo seguirán haciendo, mientras nosotros, los socialistas, no entendamos que no somos nada en ninguna ejecutiva si no confía en nosotros la ciudadanía a la  que van nuestras políticas.
Además, competir en el terreno mediático, aunque importante, es una batalla desigual entre un partido y otro. El PP nos quintuplica en recursos económicos y ello compra ideas, pensamientos, estilos e incongruencias. El Ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels  decía que repitiendo una mentira, ésta se convertía en verdad. Nosotros, como socialistas, debemos luchar por otros valores, los de siempre, los que edificaron un país equitativo en cuanto a oportunidades, pero inacabado, porque nuestra voluntad trasformadora no se detendrá.
Eso sí, debemos mirarnos para adentro y limpiar toda mezquindad e incoherencia ideológica, debemos parecer y ser un partido cargado de pueblo, de fuerzas, de ideas y de generosidad, duplicando nuestro esfuerzo para detener la contrarreforma más reaccionaria de la historia democrática, pero no haremos Socialismo en los medios, sino en la calle. Que nos quede muy claro a tod@s.

lunes, 11 de marzo de 2013

La política, la militancia y la ciudadanía



Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter
Recorrer cada palmo de la provincia de Cáceres,compartiendo con la militancia en particular y la ciudadanía en general un diálogo sincero y establecer una sana relación entre interlocutores, pares y colectivos, qué duda cabe, nos lleva a entender sin filtros, cómo piensa la gente, pero que nadie crea que intento convertirme en portavoz inequívoco de la población.
Lo que digo es que gracias a ella, puedo tejer este entramado de causas y razones del descontento que rodea la política, algo tremendamente peligroso que nos puede terminar engullendo si un populista trasnochadoseduce a tantos descontentos. La semana pasada, por ejemplo, escuchamos una frase golpista que retumba aún en mi conciencia: “la patria vale más que la democracia”. Cuarenta años de miseria nos trajo un razonamiento como este.
Así que cuidado con seguir derrumbando a la política desde la generalidad y el adjetivo fácil, porque la política es la única vía posible, no solo para mejorar nuestras condiciones con decisiones acertadas, sino para regenerarse a sí misma. Y en eso, la Ejecutiva Provincial del PSOE de Cáceres pondrá todo su empeño.
En cada reunión, en cada encuentro con los colectivos y en cada disertación abierta con sectores de la sociedad, la conclusión es la misma: la ciudadanía está cansada, no de la democracia, sino de ser convidada de piedra en un cúmulo de decisiones que la arrastran hacia el desamparo, la falta de protección social y el paro.
Es evidente que el sistema está fallando y que el fraude electoral más grande de la historia de la democracia que ha puesto en marcha el PP y Rajoy, con sus mentiras, sus recortes y sus miserias, junto a la lacra de la corrupción, están siendo determinante para ello y se estállevando por delante la confianza en la política y en los políticos.
Todo este devenir de falsedades, que también en Extremadura y Cáceres continúan Monago y sus palmeros cacereños, con la atenta y cómplice mirada de IU, nos ha obligado a los socialistas, no solo a oponernos con todas nuestras fuerzas constitucionales, sino también a apelar a la ciudadanía para ir hacia una democracia más directa, abierta y participativa.
Los militantes nos piden capacidad ejecutiva, la sociedad ansía poder decidir y la política,interna y externa debe ser un fiel reflejo de los tiempos que corren. Por tanto, y sin dilación alguna, quienes ejercemos puestos de responsabilidad política, debemos recuperar la esencia del sistema democrático y construir un diálogo fluido entre las ejecutivas, los militantes y los ciudadanos.
No podemos poner excusas ni contribuir a la conservación del poder, porque éste, tal y como se concebía hasta hace nada, provoca hastío e indiferencia en la población. Los militantes, nuestros defensores, el eco y las manos de nuestra obra, piden espacio y ese espacio debe ser facilitado para recuperar la fe en el sistema y para que el PSOE dé respuestas creíbles a la sociedad, sobre el descrédito de la política. L@s socialistas necesitamos  imperiosamente recuperar esa masa ávida de lucha, de cambio, de laicismo y de justicia social. El único camino para hacerlo es escucharser y pelear junto a la militancia para ser multitud con la ciudadanía. Eso es la izquierda y eso somos. El cambio imprescindible.

viernes, 1 de marzo de 2013

Monago y el ‘Síndrome Ibarra’. ‘Hood Robin’ y la falsa izquierda



Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter
Monago, el Síndrome Ibarra y el gobierno del marketing
A estas alturas, una vez analizada la pantomima con la que Monago intenta ejercer un liderazgo que no consigue, sino a fuerza de recortes y de déficit y a costa de la ciudadanía y con la complicidad de IU, podemos asegurar que sufre lo que podemos llamar el Síndrome Ibarra.
Esta “enfermedad”, inoculada por la falta de proyecto del PP y la asesoría de la mercadotecnia que gobierna Extremadura, implica querer parecerse a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pero siendo una copia descafeinada e incolora del que fuera Presidente de la Junta. Y cuando digo “querer parecerse” me refiero a la falsa postura de defensa de lo regional, mientras ninguno de sus actos acompaña las frases que buscan titulares.
Así, mientras intenta engañarnos enfrentando a Extremadura con Andalucía -¡y después hablan de la España unitaria!- y gesticulando histriónicamente acerca de la independencia que debe tener la Caja Rural, por otro lado, ya tiene un candidato para presidirla, es decir que solo lidera en la mentira y en la falsedad de un gobierno que aspira a cumplir el déficit a costa del mayor desempleo y recorte de la historia de la región.
Y es paradójico, en última instancia, con todo lo que se ha quejado Monago de la herencia socialista, que sus asesores de imagen –imposible mejorarlo en el apartado “méritos”- le aconsejen darse un aire parecido al de Juan Carlos, olvidando que entre ellos existe una enorme y abismal diferencia: Ibarra y su gobierno hacían lo que decían y el PP de Monago y sus palmeros, todo lo contrario. Somos diferentes también en eso.
IU y el Síndrome de Hood Robin
Un último inciso para la actual dirección de IU en Extremadura, populista como pocas, cómplice como ninguna.
Es curioso observar como algunos dirigentes de IU dudan si el PSOE es un partido de  izquierdas, haciendo alarde de una amnesia transitoria y no dejando fluir su sentido común  para responderse a esta cuestión con lo sencilla que resulta: quién materializó los  Centros de Salud de nuestros pueblos pequeños, quién estableció un sistema de becas para que la capacidad económica de los estudiantes no fuera obstáculo para poder estudiar, quién desarrolló una amplia red de centros para nuestros mayores, para las personas con discapacidad, quién diseñó políticas de igualdad de género, quién impulsó y aprobó la Ley de Dependencia con todo lo que ella supone, quién llevó tantos servicios públicos y de calidad a nuestros pequeños municipios…, han sido los planes de gobierno socialistas. Solo ellos lo han posibilitado.
Y que todo esto desaparezca y conlleve al desencanto de nuestros jóvenes, la angustia de nuestros mayores y el sufrimiento de nuestra ciudadanía, se lo debemos a la derecha, claro, pero si IU no sufriera del ‘Síndrome de Hood Robin –“quitarle a los pobres para darle a los ricos”-, Extremadura habría tenido un gobierno de progreso, social e incluyente.
Por tanto, la pregunta que nos tenemos que hacer es si IU Extremadura es de Izquierdas. La respuesta es sencilla: con su complicidad y su voto en la Asamblea, se aprueban los presupuestos que permiten cerrar todo el tejido social construido por el PSOE y los extremeños.