viernes, 15 de marzo de 2013

El Socialismo se construye en la calle, no en los medios



Por Miguel Ángel Morales.- Follow adrianboullosa on Twitter
Que nadie se sienta aludido, hago estas reflexiones desde el convencimiento de compartir con la inmensa mayoría de la militancia socialista, una ideología noble, justa, con vocación incluyente y seguro de que el socialismo que queremos no es el del poder y el espacio de los medios de comunicación y sus parlantes legitimadores, sino aquel que suponga el compromiso social, ético, igualitario, solidario y de progreso que permita recuperar el acompañamiento mayoritario de la población.
Barack Obama, en la democracia más mediatizada del mundo y con una presión económica impactante por su influencia, en cierta medida revolucionó el sistema de captación de voluntades construyendo su liderazgo a partir de una política de cercanía, contemporánea y concreta. Había un discurso claro, pero sobre todo la esperanza del cambio con un líder que escucha y conecta con la ciudadanía, que es parte de ella.
Así pues, creo percibir que nuestra democracia en su matiz más progresista, no puede descansar en los escaparates de las editoriales y opiniones periodísticas, al servicio en muchos casos de la necesaria salvación económica del medio,  no podemos pretender que la ciudadanía nos vuelva a sentir como parte de ella, desde los medios, por importantes que sean.
Absolutamente no. Me niego a resumirnos a la mínima expresión de un titular, un maquillaje programático y un camaleónico discurso, ante los verdaderos problemas que acucian a un pueblo asfixiado por quienes ostentan el poder y lo ejecutan despiadadamente. Mienten y gobiernan para sus intereses, siempre lo han hecho y lo seguirán haciendo, mientras nosotros, los socialistas, no entendamos que no somos nada en ninguna ejecutiva si no confía en nosotros la ciudadanía a la  que van nuestras políticas.
Además, competir en el terreno mediático, aunque importante, es una batalla desigual entre un partido y otro. El PP nos quintuplica en recursos económicos y ello compra ideas, pensamientos, estilos e incongruencias. El Ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels  decía que repitiendo una mentira, ésta se convertía en verdad. Nosotros, como socialistas, debemos luchar por otros valores, los de siempre, los que edificaron un país equitativo en cuanto a oportunidades, pero inacabado, porque nuestra voluntad trasformadora no se detendrá.
Eso sí, debemos mirarnos para adentro y limpiar toda mezquindad e incoherencia ideológica, debemos parecer y ser un partido cargado de pueblo, de fuerzas, de ideas y de generosidad, duplicando nuestro esfuerzo para detener la contrarreforma más reaccionaria de la historia democrática, pero no haremos Socialismo en los medios, sino en la calle. Que nos quede muy claro a tod@s.

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