viernes, 29 de noviembre de 2013

El PSOE estará en la calle, con o sin represión del PP



Es verdad que existe la sensación que las elecciones se ganan con el voto de centro, pero no es menos cierto que se pierden olvidando el voto de izquierdas. En este sentido, lo que para algunos suena a reformulación, para otros es no dar ni un paso atrás.

Vivimos, desde que llegó la derecha al poder, tiempos de retrocesos en derechos y en libertades. Las mujeres sufren la persecución de un Ministro, Gallardón –y de su Iglesia en retirada- que ha mostrado sus fauces más retrógradas al progreso y modernidad que le habíamos dejado los socialistas y la sociedad española.

Asistimos con vergüenza ajena, a cómo la violencia machista es asimilada por un gobierno reaccionario que desprotege a las denunciantes y convive con aquellos que defienden la idea de sumisión y esclavitud de género. El fascismo no ha muerto, sólo se actualiza.

Y ahora, como si el desempleo no fuera con ellos ni por ellos, como si la mendicidad no viviera en nuestras calles, como si su educación fuera incluyente y como si nuestra sanidad no sufriera el acoso del PP, lanzan a la sociedad una ley de represión ciudadana, una ley digna de épocas de grises persiguiendo el cambio que, como ahora, no podrán parar.

Mirad: tengo la convicción de que intentarán dictaminar ignominias, que soñarán con tapar el sol con un dedo y que se defenderán con la desvergüenza de quienes le quitan a la gente, pero no serán capaces de echarnos de las calles, de decir las verdades y de formar un frente social capaz de exponer y consensuar la voluntad de las mayorías.

No tenemos la menor duda que darán más pasos a la derecha porque están sitiados y no les queda otro nido en el que esconder su vena ultra derechista. Pero como ya hemos dicho en alguna ocasión, estamos aquí para resistir los tiempos y liderar el cambio.

Si el PP cree que los socialistas nos esconderemos debajo de la mesa por aquello del voto centrista, se equivoca. Estaremos allí, en la calle, como desde el primer día, porque no concebimos la lucha contra la injusticia si no es junto a los nuestros, hombro con hombro, no olvidando jamás, que somos la izquierda.

TE PUEDE INTERESAR


viernes, 22 de noviembre de 2013

La "Democracia real" no es cuestión de maquillaje

 

Más allá de veleidades personalistas basadas en el más profundo e irreconciliable narcisismo, la democracia auténtica o la bananera, tiene un perfil lúdico que, por serio y trascendente no deja de tener en común, con el juego, un cierto número de reglas que concluyen en reconocer al que gana y al que pierde, a los que ganan y a los que pierden.

En este sentido, y como bien comentaba Ignacio Urquizu en las estupendas Jornadas organizadas por la Fundación Presidente Rodriguez Ibarra, lo primero que debe hacer un demócrata –no basta con decirlo- es aceptar su derrota.

Por otro lado es evidente que una gran diferencia entre democracia y juego radica en el eminente carácter objetivo de la primera: gana quien convence, quien convence consigue más votos y quien consigue más votos tiene la legitimidad de los votantes por el tiempo estipulado en un acuerdo escrito en las reglas internas de los partidos o en la misma Constitución, haciendo de la política la herramienta imprescindible para transformar los problemas de la gente en esperanza y atención humana.

En una democracia real no sirve apostar por infantilismos formales si hay representantes políticos que aún no se han enterado que son servidores públicos y objeto de las necesarias interpelaciones ciudadanas. Tampoco nos vale creer que la transparencia absoluta está en las redes sociales y sólo en las redes sociales o creer que la credibilidad descansa en cómo formular un escenario y si el ponente habla en vertical o en horizontal. Si pensamos así estamos equivocados.

La Democracia hoy  –partidos políticos- debe limpiar de su seno a los corruptos, debe atender a la gente desde la creación intermedia de filtros que permitan a la ciudadanía complementar la labor política y con una transformación que haga de Asambleas y Congresos, no un escaparate, sino una realidad del pensamiento de la gente.

Manuel Marín decía que estamos llenos de eslóganes pero que carecemos de contenido y no le falta razón. Muchos de los teóricos del fariseísmo maquillan el sistema para potenciar la lógica de la subsistencia y no la lógica de la perseverancia, la interpelación y el mérito. Qué menos que ponerse de frente a los electores y sostenerse en las convicciones para luego aprender de la gente lo que necesita el sistema para dar la mejor respuesta posible a nuestras imperfecciones sociales.

La Democracia real no es cuestión de maquillajes sino de compañías. Estar junto a la ciudadanía si la gente te quiere y de lo contrario, aportar en la sombra alguna idea que, para bien o para mal, hable sinceramente del “nosotros” cuando ganamos pero sobre todo, cuando se pierde, en lealtad, todos juntos.

viernes, 15 de noviembre de 2013

El PSOE está y seguirá estando


Por Miguel Ángel Morales Follow adrianboullosa on Twitter

Un fin de semana intenso y productivo el que pasamos en Madrid para participar, de forma activa, en la Conferencia Política del PSOE.

Una buena puesta en escena con el encanto ideológico de la palabra “Socialistas” sobre nuestras conciencias. Como no podía ser de otra manera, el PSOE ha decidido, entre todos y todas, volver a la izquierda: defensa de l@s trabajadores, de las clases medias, de la Sanidad y la Educación públicas, de la Dependencia, de la Laicidad, de la Igualdad, de la Transparencia....

Todo esto, como bien recalcó Rubalcaba, para defender lo logrado en el pasado, aprendiendo de los errores y mirando al futuro con la determinación de hacer frente a la derecha y su plan ideológico, que tiene como único objetivo: cambiar el Estado del Bienestar por el Estado del Mercado.

Especialmente emotivo y veraz fue el discurso del compañero Javier Fernández, Presidente de Asturias. La esperanza desde la metamorfosis de las identidades y desde un Estado que controle los mercados y no al revés, desembocó en el aplauso del auditorio y en la convicción latente de que un partido como el PSOE debe liderar la transformación hacia una sociedad justa, moderna, eficaz y competitiva, partiendo del conocimiento y no de la mercancía.

En resumen, hemos salido con una arquitectura ideológica debatida y perfectible, como todo en la vida, pero con los cimientos y los mensajes necesarios para encarar la verdadera y definitiva batalla: liderazgo y mayoría social.

Hacia allí iremos con un proceso de primarias, que debe ser una realidad por mandato del Congreso de Sevilla, y que debemos aprovechar para la confirmación de la vuelta del PSOE a la mesa de las decisiones reales. Mucho trabajo nos queda por hacer, mucha calle por andar y mucha crítica por escuchar si queremos conectar con la ciudadanía.

Cuarenta y ocho horas de debate han apuntalado más de un siglo de historia y vamos a perfeccionar su actualización con las necesidades de la gente y nuestra encomiable candidatura a solventar los problemas de la ciudadanía.

Por tanto, lo que hemos iniciado en Madrid, reflejo del deseo de nuestra gente que es la ciudadanía, necesita un siguiente paso, el del Candidat@ y sus aportaciones personales a un proyecto social, de masas, de transformación real para torcer el drama cotidiano y cambiarlo por esperanza y concreción.
La conclusión inmediata es que el PSOE está y seguirá estando, así en gerundio, porque debemos construir, desde el liderazgo social, la España para las próximas décadas.

viernes, 8 de noviembre de 2013

La "Conferencia Política" y el liderazgo del PSOE


Por Miguel Ángel Morales Follow adrianboullosa on Twitter

Los que tenemos la suerte y el deber de estar con la militancia todos los días, noche a noche, semana a semana, sabemos qué piensa nuestra gente, cómo sienten nuestros compañeros y lo que nos piden de forma reiterada y significativa.

L@s compañer@s  por todos los sitios, nos reiteran de manera insistente la necesidad de dar un mensaje claro a la sociedad, expiar nuestros errores de la última etapa, reconducir el partido hacia su franja más progresista, claramente diferenciada de la política neoliberal y liderar, de una vez por todas, la transformación hacia un Estado Social y de progreso.

Hace unos días dije que esperaba que la Conferencia Política no se quede en un querer y no poder, renunciando a hablar de temas que preocupan a la militancia, entre los que están, indudablemente, las primarias. Salir de allí con un calendario de primarias establecido y listo para ser confirmado por el Comité Federal, no es ninguna deslealtad, es simplemente trasladar la opinión de la mayoría. Ser coherentes es una obligación que no resiste el menor debate.

Es indudable que la ponencia marco contiene las ideas, la filosofía y las propuestas que serán la base de nuestro programa electoral para retomar el camino del progreso social, el camino de volver con la ciudadanía que nos está esperando, con la esperanza de que no volvamos a priorizar los números sobre las personas. Han sido más de doce mil enmiendas, lo que significa el compromiso participativo de una militancia, repito, que espera salir de allí con propuestas útiles, pero también con una agenda clara, porque ello marcará el calendario de la transformación del país.

Digan lo que digan las encuestas, sean buenas o malas, la necesidad de la gente es la misma y es allí donde debemos radicalizar nuestros esfuerzos. Los cacereños somos como el resto de los socialistas de España y aquí se pide renovación, izquierda, laicismo, cambios institucionales profundos... No creemos que la sociedad sea tan diferente dentro de un mismo partido.

Por tanto, nos enfrentamos a una Conferencia Política cuyo marco participativo es un excelente comienzo, pero no puede quedar ahí: ideas, propuestas, soluciones, pero también credibilidad de l@s mensajer@s.

El PSOE está ante su hora decisiva, una más. España y nuestra gente nos piden respuestas aquí, en Cataluña, en Europa, en las calles y ante cada acto de injusticia volcado desde la derecha financiera y sus fieles y disciplinados ejecutores nacionales.

Vamos a la Conferencia Política con lealtad hacia nuestro Partido. Y no hay mayor lealtad que decir de frente lo que uno piensa por el bien de todos, por el bien de España.