viernes, 19 de septiembre de 2014

LOS POLÍTICOS Y LA RENDICIÓN DE CUENTAS

Hoy reflexionamos acerca del trabajo de los políticos, la regeneración y la obligación de rendir cuentas a la ciudadanía. Miguel Ángel Morales
La regeneración en la política es uno de los temas de moda que con rapidez y liviandad abordan, de cara a la galería, muchos de los responsables de la erosión misma del sistema.
Con esto quiero decir que me parece tremendamente complicado intentar llegar a acuerdos, en este tema y ciertamente en cualquier otro, con un partido, el PP, presuntamente fraudulento en sus cuentas y claramente fraudulento en su relación con la ciudadanía: la mentira premeditada es un fraude.
La transformación de las relaciones entre la gente y sus representantes es fundamental para conseguir una auténtica regeneración de la política. Como representante y servidor público, entregado a la causa de los cacereños y extremeños, debo subrayar que nos hemos equivocado al no darnos cuenta que además de ser hay que parecer y posiblemente permitimos construir una jaula de cristal que nos ha separado de los intereses y del conocimiento de la sociedad.
Es bueno e imprescindible bajar los sueldos de los políticos y publicarlos junto a una declaración de bienes anual. Pero todo esto no basta para que la gente confíe en sus representantes. Creo que, por ejemplo, los diputados nacionales, regionales y provinciales, deberán rendir cuentas mensualmente acerca de su trabajo en los portales correspondientes a su nivel de actuación, publicar su currículo, nivel educativo, expedientes académicos, trabajos realizados y si ha pedido excedencia decir cuál era su puesto y quién lo ocupa en la actualidad.
Además, se antoja necesaria una publicación mensual del trabajo realizado en informes exhaustivos que demuestren que un político es un servidor público capacitado y formado y no únicamente fruto de negociaciones y equilibrios internos.
Un representante de la ciudadanía no puede tener una intervención en cuatro años, hemos de exigirle que demuestre su labor permanentemente con su agenda expuesta en el portal de la Junta, la Diputación o el Congreso. ¿Qué hizo, por qué, cuándo y con qué nivel? Preguntas que la gente tiene que ser capaz de responderse. Demos transparencia y calidad democrática.
En cuanto a la relación entre políticos y sociedad, me parece vergonzoso que se busque la foto y el abrazo a pie de calle para construir una imagen. ¿Queremos estar cerca de nuestros votantes y representarlos? Debemos tener una cuenta skype –estamos en el siglo XXI- para que todo hijo de vecino pueda localizarnos, elevarnos su problema y obtener respuesta en el horario que marque nuestra agenda publicada online.
Estar en la calle es una necesidad pero también estudiando para innovar y formarse de cara al mayor reto democrático de nuestra historia. Así pues, que nos llamen, nos pidan, nos interpelen. Transparencia y servicio público, rendición de cuentas y flexibilidad para que no sea una operación de maquillaje y, por el contrario, sí una apertura real. Nos lo debemos como país y se lo debemos a la gente.

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