Miguel Ángel Morales reflexiona en voz alta acerca de la dolorosa pero necesaria disolución de la Agrupación Local del PSOE de Plasencia. Es tiempo de multiplicar.
Pablo Iglesias dijo: “no solo hacen adeptos los partidos con sus doctrinas, sino con los buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres”. Y en eso cree a sangre quien firma este artículo y la Ejecutiva Provincial de Cáceres.
Confucio, a su vez, reflexionó que “cuando alguien pone el dedo en la llaga, solo los necios creen que la culpa es del dedo”. En este sentido y una vez adoptada una solución, poco importaahora quién, cómo y por qué se sube al estrado para disparar la medida tomada.
Lo interesante e importante de todo esto es elpor qué y el para qué. Las razones son variadas y heredadas por esta Ejecutiva. De allí que, incluso cuando sólo era candidato a la Secretaría Provincial, asumiera en un acto público en la Sala Verdugo de Plasencia, mi disposición a tomar la sartén por el mango ydisolver la Agrupación si continuaban las luchas intestinas y los escándalos punibles o no por la justicia.
Ese día dije: “No me temblará el pulso para tomar decisiones que considero necesarias y con las que no solo intentaremos solucionar problemas sino también abrir puertas a nuevos militantes que, por la situación actual, no confían en nosotros”.
Fui el único precandidato que asumí esta posibilidad sin miedo a perder el voto de sus delegados en el Congreso. Siempre pensando en la militancia y en nuestros votantes que esperan que tomemos decisiones, a veces acertadas otras quizás no, pero siempre con responsabilidad, puesto que lo demás es sobrevivir en los cargos.
Todo lo contrario, el patear el balón hacia adelante, el complacer a todos con palabras sin cohesión con los hechos, ha provocado el desastre que nos obligó a tomar la decisión de comenzar de nuevo. Así pues, no importa quién lo haya dicho antes, sino que hay que curar la llaga.
Tengo claro que lo que debemos perseguir es construir una alternativa real y mayoritaria para salvar a Plasencia del populismo de un Alcalde, que se comporta como una estrella deBienvenido Mr. Marshall pero que evade los problemas reales de la ciudad y sus colectivos.
Es hora de sumar voluntades para multiplicar soluciones, es hora de rescatar a la militancia del fuego cruzado e interesado de las mezquindades de pocos y dedicarnos a lo que realmente nos aboca el presente: ser una alternativa para la ciudadanía.
Nuestro partido ha hecho de la ética e inclusión, dos de sus principales banderas, por tanto estos principios deben regir todas nuestras actuaciones y si algún comportamiento se demuestra contrario a estos principios debe ser depurado, ninguna duda ni sospecha debe empañar el trabajo de la agrupación. No se trata de fusilar a nadie ni de bombardeos preventivos en plan Bush, sino de articular medidas internas para defendernos del mal hacer de unos pocos que acaban inoculándose en la mayoría decente, honrada y socialista.
Así pues, la Ejecutiva que encabezo seguirá decidiendo lo que deba decidir y no se detendrá en rencillas mediáticas porque la ciudadanía demanda nuestra presencia con soluciones concretas, una militancia ilusionada y un PSOE unido, para rescatar a la ciudad y la provincia de las garras de la improvisación y la destrucción de la derecha.
Toca Plasencia, toca empezar de nuevo y, a pesar de la convulsa decisión, os auguro,Compañeras y Compañeros militantes, un buen comienzo que rescate la generosidad del pasado y mire hacia el futuro con orgullo y respuestas ciudadanas. Plasencia es imprescindible para el PSOE y nuestro partido es necesario para la ciudad.
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