viernes, 7 de febrero de 2014

El paro no es una cifra, son personas sufriendo


Comentaba yo en Ahigal, durante la Jornada de Historia del Socialismo, que debemos hacer de las personas, el centro de la política. Para ello, la economía debe estar supeditada siempre a los valores humanos, a las necesidades de la gente, a los sueños de nuestra sociedad.

Hablar de balanzas fiscales, de ser los campeones en bajar el déficit o de la prima de riesgo, de lo que es tan amigo Monago, cuando hay en nuestra provincia más de 54.000 personas sufriendo el drama del paro y a las que el PP no les da respuesta, es otra falta de respeto de los gobernantes de Extremadura y de nuestra provincia, que no sólo son incapaces de detener la sangría incesante del desempleo, sino que ni si quiera se atreven a debatir y a contrastar las propuestas de la oposición y de los agentes sociales.

La ciudad de Cáceres es una olla a presión con 12.386 parad@s. Plasencia con 5.937, no toca techo en la destrucción de empleo. Coria o Navalmoral de la Mata sólo viven el pavoneo de alcaldías sin respuestas y así cada metro de nuestra provincia. El PP no tiene ni una sola respuesta al desempleo. No tiene plan. No tiene altura de miras para proyectar una región y una provincia donde quepamos todos con las mismas oportunidades y con los mismos derechos.

En otro acto de demagogia más, recuperan el decreto de ayudas urgentes, lo que los socialistas dimos en llamar AISES (Ayudas para la Integración en Situación de Emergencia Social). Nos alegra que recuperen alguna de las acciones que realizó el PSOE, pero en esto también recortandopuesto que lo máximo que cobrarán los beneficiarios serán 1.065€, cuando con el gobierno socialista la cantidad podía llegar a 8.700€.

Todo esto sucede mientras las cifras van y vienen, olvidándose  el PP que detrás de las cifras hay personas y justificando esas cifras de manera indecente: “crece a menos ritmo el paro”, dicen. Hay que ser muy cínico y electoralista para olvidar que lo que crece menos, si es que es así, crece igual y que en ese crecimiento sigue habiendo padres y madres que no pueden vestir ni alimentar a sus hijos, que esas cifras tienen nombres y apellidos y que en muchos casos deben elegir entre pagar un medicamento para una enfermedad crónica, o no comer.

La política está para remediar todo ese cinismo, todo ese ninguneo y ocultación de la existencia humana, que Monago y sus asesores creen imprescindible para ganar las elecciones. A estas alturas, ese razonamiento nos da vergüenza, por cierto, como las facturas falsas que la trama corrupta de la Gürtel pasó al PP extremeño. ¿En qué parte de la balanza fiscal de Monago ponemos la cifra?

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