La semana pasada escribía que los Socialistas queremos ganar para que gane la ciudadanía. Ganar Europa, ganar Extremadura, ganar Cáceres y ganar España son nuestros próximos pasos electorales, donde nos jugaremos qué modelo de Estado queremos, las libertades, los derechos, la sanidad, la educación y todo lo que valió la pena construir en estos años de democracia.
En las Elecciones Europeas no debe importar mucho quién vaya en listas, sino el debate ideológico. No importa en qué puesto esté una u otro, sino las metas a las que el Socialismo debe llegar para volver a ser una solución ciudadana y no una mera organización con cuotas de poder, donde busquen beneficios personales algunos. El PSOE no es un club de amigos, dijo Eduardo Madina en Navaconcejo. Suscribo su afirmación hoy y siempre.
No debemos olvidarnos que estamos ante un momento trascendental de nuestra historia, como país y como partido. La renovación interna, como hemos acordado en la Conferencia Política, se dará con unas Primarias Abiertas que levantarán a toda España hacia la consecución de una nueva mayoría de izquierdas que gobierne para la inclusión y haga del conocimiento la penicilina española del Siglo XXI.
Así pues, debemos ser capaces de reconocer el todo ideológico y plantear batalla al PP provincial, regional, nacional y europeo para torcer sus políticas de ostracismo social y virtualidad, carentes de la más mínima sensibilidad. Han venido a quedarse con todo y a repartirlo entre sus pares y no podemos permitirlo.
Por tanto, tocan meses de generosidad y de focalizar nuestra movilización hacia el cambio de rumbo de un continente, que hoy no obedece a la esencia misma de su creación como unión de voluntades nacionales y de ciudadanía.
Los Socialistas debemos tenerlo muy claro: cada voto será un paso más para recuperar la libertad de las mujeres y no hundirlas en la clandestinidad de la Ley Gallardón, secundada por Monago. Cada voto socialista serán más becas Erasmus para nuestros estudiantes. Cada voto socialista serán más camas en hospitales públicos, más atención a nuestros mayores, hoy machacados por la eliminación premeditada de la Dependencia y saqueados por el copago farmacéutico.
Cada voto socialista serán más libros de texto para los casi 3 millones de niños españoles en el umbral de la pobreza. Cada voto socialista será garantizar los servicios mínimos de luz y agua que 27 mil familias extremeñas no disfrutan. ¿Os dais cuenta que estamos reivindicando cuestiones de hace más de treinta años? Es donde nos han situado las políticas de la derecha.
Lo fundamental de las Europeas está, repito y subrayo, en el cambio de rumbo y las razones son tantas que estamos obligados a ganar para comenzar el cambio desde una Europa social en la que la ciudadanía sea más importante que los "señores" mercados.
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