Conclusiones sobre las elecciones europeas y punto de vista con respecto al momento actual del PSOE.
Ante todo quiero reiterar mi eterno agradecimiento a la militancia, a las bases, a los que desinteresadamente se emocionan cada vez que una papeleta sale de la urna con el logo del PSOE. Ellos son el partido y quien no se dé cuenta, atenta contra la esencia misma del socialismo: la gente.
Para ganar las elecciones europeas en Extremadura y teniendo en cuenta la debacle nacional, ha sido de extraordinaria importancia la valentía de Guillermo Fernández Vara y su moción a favor de la gente, con un programa de medidas de inmediata aplicación que fue desoído por los que no son más que las cortesanas de un gobierno, el de Monago, en franca decadencia.
Monago, recuerdo, lanzó un órdago que decía, más o menos, lo siguiente: “Señor Vara, el 25 veremos lo que los extremeños piensan de su moción de censura”. Sobraron las palabras a quien carece de humildad. Extremadura habló y dijo SÍ a Guillermo Fernández Vara. De aquí hasta las elecciones autonómicas, trabajaremos en profundizar La Agenda del Cambio.
El PSOE en provincia de Cáceres ha conseguido ser la quinta provincia española con más votos socialistas. Además, la recuperación de ciertos partidos judiciales nos habría dado la victoria en la Diputación Provincial. Ha sido como una encuesta real de cara a las municipales, y la encuesta real nos coloca por delante en Coria, Miajadas, Moraleja, Torrejoncillo, Malpartida de Plasencia y en la mayoría de la provincia. Interesante resultado en definitiva, porque es producto del trabajo a pie de calle, hombro con hombro con la militancia. Gracias a ella, la esperanza es una realidad aunque sabemos que nos queda mucho trabajo por delante y no nos asusta.
Por último, quiero dejar una breve reflexión con respecto al Congreso Extraordinario convocado para el 19-20 de julio. En la Conferencia Política se decidieron muchas cuestiones y el tema central, el que todo el mundo esperaba, es decir las Primarias, quedó concretado. Ya muchos defendimos la necesidad de haberlas hecho antes para que no sucediera esta debacle y de paso la atomización del voto progresista. No se hizo y fue un error.
Pero un error tan grave o más que aquél, sería imponer un Congreso cerrado antes que las Primarias. La lógica, para respetar nuestro compromiso con la ciudadanía, es respetar lo acordado en la Conferencia Política y en todo caso si se incumple esto qué menos que celebrar un Congreso con voto directo de la militancia.
Al revés, rompemos nuestra promesa y además, quitamos que el/la candidato/a pueda contar con el respaldo de millones de votos primero y de un Congreso después para llegar a las generales con garantía de triunfo. Lo demás sería, repito, dar la espalda a la ciudadanía y ese "lujo" puede ser nuestra condena final.
Por tanto, no es de extrañar que la propuesta de Eduardo Madina, un militante-un voto, haya sido recibida con esperanza por la inmensa mayoría de las federaciones y, por tanto, por la militancia. Sería, qué duda cabe, la mejor manera de abrir el partido para garantizar las Primarias. En eso estamos.
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